El fin de semana que nunca olvidaremos

Varios ciudadanos se ejercitan o pasean por Barcelona

Varios ciudadanos se ejercitan o pasean por Barcelona / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

En las últimas semanas han sucedido tantas cosas, y tan excepcionales, que solo con la perspectiva del tiempo seremos capaces de ordenarlas y priorizarlas. Uno de estos momentos que quedará grabado en la retina colectiva es la explosión deportiva que se produjo este pasado fin de semana en las grandes ciudades, que se convirtieron por momentos en auténticas carreras populares.

Más allá de algunas imprudencias e infracciones, lo cierto es que no se recuerda, y es posible que no se vuelva a repetir jamás, una semejante explosión de práctica deportiva con millones de personas saliendo simultáneamente a correr, en bicicleta o simplemente andando, a disfrutar de la vida, del deporte y del aire libre.

Las imágenes han generado multitud de debates enconados (que si era imprudente no salir con mascarilla, que si era imposible respetar la distancia de seguridad, que si los horarios no eran los adecuados) pero las polémicas pasajeras han sido los árboles que nos han tapado el inmenso bosque que teníamos delante de nuestras narices: la población española, sin distinción de género, edad, clase, raza o cualquier otra diferencia, se lanzó en masa a usar y a disfrutar el deporte como primera gran válvula de escape de la crisis del coronavirus, una de las más graves y devastadoras que seguro nos tocará vivir.

Cuesta imaginar un mensaje mejor que el que lanzó esta maravillosa masa anónima este pasado fin de semana, y estaría bien que por una vez fuéramos capaces de separar el grano de la paja. Después de este éxito rotundo, ahora toca pedir que se flexibilicen condiciones y horarios para los deportistas profesionales. La Federación de Ciclismo reclamaba ayer con razón que sus corredores puedan cambiar de provincia, una vez se ha aceptado que los profesionales puedan practicar el deporte durante todo el día.

Todo esto sucede horas antes de que los primeros futbolistas vuelvan a entrenar. Cuando vuelve el deporte quiere decir que ya estamos más cerca de la normalidad.