Primeros brotes verdes en el Barça de Koeman

Dembélé abrió la lata de la 'era Koeman' con detallazo de Pedri

Dembélé abrió la lata de la 'era Koeman' con detallazo de Pedri / FC Barcelona

Toni Frieros

Toni Frieros

El barcelonismo estaba hambriento de fútbolTenía ganas de sacudirse las cenizas de aquel 8-2. Y, sobre todo, de pasar página del doloroso episodio protagonizado por Leo Messi. Demasiadas heridas abiertas que cuando el esférico empieza a rodar van cerrándose poco a poco, aunque siempre permanecerá en la piel la mancha rosácea que deja la costra cuando cae.

Ilusión

La palabra es ilusión, esa que se obligan a tener  todos los culés cada temporada para volver a disfrutar del juego de su equipo y  ver, sobre todo, cómo nacen nuevos brotes verdes en ese páramo que fue la última temporada.

Ilusión, sí, de comprobar cómo se las ingeniará Ronald Koeman para dotar a esta plantilla de los recursos necesarios que la haga nuevamente creíble y competitiva. Y esta tarde-noche, en el primer partido del Barça en el Estadi Johan Cruyff, empezamos a ver cómo gatea ese niño que Koeman está enseñando a caminar.

Ronald, en su decálogo de intenciones, se prometió a sí mismo volver a recuperar para la causa a jugadores que habían estado muy por debajo de sus posibilidades en el curso anterior. Así, vimos cómo Dembélé volvía al equipo diez meses después de su lesión marcando un gol, aunque fuera a trompicones. Igualmente Antoine Griezmann, a quien Leo Messi le cedió el lanzamiento de una pena máxima. Detalles que deben ayudar a que los dos franceses recuperen la autoestima y vuelvan a ser esos futbolistas determinantes. Porque a ellos también se les exige tirar del carro.

Como a Coutinho, que también marcó y a quien se le vio tan enchufado como en la final de la Champions, corriendo y presionando, buscando y queriendo el balón. Esa es tan buena noticia como ver el gran nivel técnico de dos ‘pipiolos’, Pedri y Trincao, éste excelente en la conducción, atrevido y muy vertical. Tiene una pinta excelente que nos recuerda a la llegada de Luis Figo al Camp Nou a mediados de los noventa.

Koeman ya nos ha mostrado en su pizarra qué Barça quiere para reiniciar la reconquista. Presión alta y hambre de balón. Lo quiere siempre en su poder. Y además, pide que se mueva lo más rápido posible. Si puede ser a un toque, mejor que a dos. Y dos, mejor que tres.

Leo Messi

Con todo lo bueno que vimos en el primer amistoso de la pretemporada (solo habrá dos partidos más antes del debut en la Liga), nada satisfizo más al aficionado azulgrana que ver salir al césped del Johan Cruyff  con el brazalete de capitán a Leo Messi. ¡Uffff, qué alivio!

Ni el Barça ni el fútbol es el mismo sin Messi. Y tenerlo un año más, disfrutarlo, es garantía de que, por lo menos, el mejor jugador del mundo es tuyo. Esa fue, de todas, la mejor noticia de la tarde/noche: Messi sigue vistiendo de azulgrana. A partir de ahora habrá que ver cómo responde el equipo, si cumple con las expectativas, si vuelve a hacer un fútbol a la altura del que nos enamoraba no hace mucho tiempo.

Ahí es Koeman quien tiene que juntar las piezas necesarias para arropar a Leo, para que se sienta a gusto y comprometido. También él, desde luego, tiene que poner de su parte. Este Barça arranca con chicos que van a crecer mucho y otros que seguro volverán a ser lo que fueron. Se trata de eso, de ilusionarse otra vez. A ver...