Primera vez en la historia con tres penaltis en contra para el Barça

Fueron hasta tres penaltis los que señaló Munuera Montero en contra del FC Barcelona en el Estadi Ciutat de València, ante el Levante. Tres penaltis que, además, eran los primeros que le señalaban al equipo azulgrana en contra esta temporada, y también la primera vez en la historia de la competición liguera que el club azulgrana recibe tres penas máximas en su contra.

Al final, el Barça acabo llevándose un partido que ya es historia de LaLiga, y el punto de penalti fue el gran protagonista. Dos de ellos fueron finalmente transformados por los 'granotas', y el primero fue el más discutido por parte de los blaugranas.

Y ese, justo, fue en el minuto 50, cuando Son penetraba en el área azulgrana, y cuando Dani Alves, con su cuerpo y su brazo, pugnaba con él por el balón. El lateral 'granota' caía, y el colegiado no dudaba en señalar la pena máxima. Protestaba mucho el brasileño y el Barça, y parecía uno de esos 'penaltitos' que esta temporada no se señalan. Alves, colocaba el brazo, y Son exageraba. Al ser de contacto, e interpretativo, el VAR dio por buena la decisión del colegiado central, y el 'Comandante' Morales lo usaba para adelantar a los 'granotas' en el marcador.

Seis minutos después, llegó el segundo. En este caso, uno más claro por manos de Eric Garcia dentro del área, tras el cabezazo de Roger a la salida de un córner. El central catalán entendía, por sus expresiones, que tenía la mano separada del cuerpo, y cortaba el remate de Roger. Atajó Ter Stegen, que adivinaba las intenciones del propio delantero 'granota', a su derecha, y mantenía al Barça en el partido.

El tercero ya fue a ocho minutos del final, y sirvió para que el levante empatara. Dani Gómez encaraba a Clement Lenglet en la esquina derecha del área, y mientras el centrocampista español se dirigía hacia la frontal y hacia la luna, Lenglet medía mal al salir al corte del balón y le pisaba en el pie. Estaba muy cerca Munuera Montero y lo vio claro. Una pena máxima que no gustaba al Barça, pero que al mismo tiempo asumía el castigo. La cara de Lenglet, de nuevo, daba todas las pistas de que el penalti era claro.