El estrépito en Vitoria opacó la esperada vuelta de Cory Higgins

Minutos antes de la victoria ante el Monbus Obradoiro del ya lejano 7 de noviembre, el club anunció que no jugaría Cory Higgins por culpa de una lumbalgia aguda sin especificar cuánto tiempo estaría de baja el jugador que renovó este año hasta 2024.

El ahijado de Michael Jordan asumió desde su llegada al Barça en el verano de 2019 un papel importante a las órdenes de Svetislav Pesic que se ha visto incluso acrecentado con Sarunas Jasikevicius, hasta el punto de disputarle en la pizarra las posesiones clave al mismísimo Nikola Mirotic.

Ese anuncia llegaba un y medio después de que Àlex Abrines fuese operado para solucionar un síndrome femoropatelar en su rodilla izquierda, lo que dejaba el perímetro en una situación complicada y que terminó provocando el fichaje por tres meses de Dante Exum.

Desde ese 7 de noviembre, Higgins se ha sometido a un tratamiento conservador con el objetivo de evitar que tuviese que pasar por el quirófano, lo que aseguraba en cualquier caso un tiempo elevado de baja. Y, aunque durante estas siete semanas ha habido momentos para el desánimo, las noticias empezaron a ser positivas a mediados de diciembre.

Por fin, el dos veces campeón de la Euroliga con el CSKA Moscú pudo completar una parte del entrenamiento junto a sus compañeros el pasado martes en una muestra más de que sus sensaciones seguían mejorando a medida que pasaban los días. En las imágenes que pasó el club se le podía ver realizando estiramientos, levantando pesas en el suelo y entrando a canasta con aparente normalidad.

Y el jueves saltó una triple bomba. Primero, con la inclusión del estadounidense entre los convocados para viajar a Vitoria, después al ser inscrito en el acta y por último con su presencia en el cinco inicial frente al Baskonia.

Aunque evidenció estar lejos de su mejor momento, terminó disputando ocho minutos y 53 segundos, en los que anotó uno de los tres lanzamientos de dos que intentó, atrapó un rebote defensivo y terminó con +1 de valoración en un regreso que opacó la sonora derrota azulgrana.

Pese a su enfado morrocotudo tras la derrota por la mala imagen que mostró el equipo en el Buesa Arena, al menos Sarunas Jasikevicius tuvo palabras cálidas para el escolta y pidió paciencia como ya había hecho en la previa.

"Lo más importantes que ha vuelto a la dinámica de equipo y es muy positivo poder tenerlo otra vez en el vestuario. Se encuentra bien de la espalda y eso es lo más importante", explicó el lituano tras calificar la derrota como "vergonzosa".

"De todas formas, necesitará bastante tiempo para volver a ser él. Habíamos pactado que disputaría entre ocho y diez minutos, que es lo que ha terminado jugando. Es muy buena noticia que esté con nosotros", añadió Saras.