Real Madrid-Alavés: Cinco a cero... y Courtois de portero

Destacada actuación del belga que realizó paradas de mérito en la segunda parte, confirmando que está listo para ser titular en Wembley

Los goles de Bellingham, Vinicius (2) y Valverde ya habían dejado sentenciado el partido en la primera parte

Resumen, goles y highlighst del Real Madrid 4 - 0 Alavés de la jornada 36 de LaLiga EA Sports

Fermín de la Calle

El Real Madrid debía afrontar tres partidos antes de jugar la final de Champions en Wembley. Tres trámites que Ancelotti, una vez más, gestionará con esa inteligencia y fluidez que le caracteriza para llegar a Londres con el equipo en velocidad de crucero. Y el primero de ellos, este ante el Alavés, lo utilizó para dos cosas. La primera, cerrar el debate de la portería gracias a la impecable actuación de un Courtois que realizó paradas de auténtico mérito. La segunda, recuperar una versión más brillante de un Bellingham que se divirtió, marcó y asistió. Eso sumado a la debilidad defensiva de un rival que llegaba al Bernabéu de vacaciones, permitió a los blancos exhibirse en un encuentro sin exigencia física ni competitiva.

Un Real Madrid-Alavés con los blancos esperando el pitido final para irse tres días de vacaciones y los babazorros pensando ya en Ibiza ofrecía unas expectativas sospechosas, más allá de ver cómo los locales ofrecían el trofeo de campeones de Liga a sus aficionados. Advirtió Carlo Ancelotti que el partido marcaría un punto de inflexión porque tras el descanso después solo pensará en la final de Champions, por más que tenga dos partidos de Liga atravesados en medio de la vía. Quizás esa relajación contagió a sus jugadores, que en los primeros minutos se dejaron ir, lo que obligó a Courtois a realizar una meritoria triple parada que arma de razones a Carletto para defender su titularidad en Wembley. Algo que se da por hecho.

El partido transcurría plácidamente sin faltas, sin agresividad, ni defensiva ni ofensiva, y con los únicos chispazos de un Vinicius para el que la grada pedía el Balón de Oro. El once blanco era mucho más reconocible que el alavesista. El once de Wembley, salvo Militao por Rudiger, ante un Alavés plagado de desganados meritorios.

Bellingham, un gol y dos asistencias

El Madrid bostezaba con el balón en los pies, hasta que a los nueve minutos Kroos adivinó espacio a la espalda de la defensa vitoriana y envió un pase que Bellingham trató de prolongar al segundo palo, con la suerte de embocarla sin querer. Gol de Jude, un tanto revitalizador para el inglés, que debe recuperar tono físico para Wembley y acudir a la final como en la primera parte de la temporada. A la media hora Bellingham filtró un envío para un dinámico Camavinga, que dio el pase de la muerte a Vinicius para colocar el segundo. También participó en el tercero el inglés, que sirvió un pase a la llegada de Valverde, quien descosió la pelota para batir por tercera vez a un Owono más aparatoso que efectivo. Al descanso el Madrid ya había certificado un partido con aroma de pretemporada y se confirmaba que el Alavés había salido en chanclas al Bernabéu.

La segunda parte dejó algunas gotas de orgullo de los visitantes, que llegaron con algo más de intención al área de Courtois, quien estuvo intachable en sus intervenciones. Especialmente en un disparo raso complicadísimo de Hago en el que el belga acertó a meter una mano que evidenció que si antes de este partido Lunin tenía complicado ser el portero en Wembley, después del choque ni cotiza que el ucraniano sea el elegido.

Jude y Vinicius, sociedad limitada

Pasaban los minutos con los de Luis García buscando el gol de la honra y la delantera madridista gustándose con malabarismos y virguerías que terminaban por no concluir en gol. Dio el susto Militao al resentirse de la rodilla en una jugada, pero afortunadamente fue una falsa alarma. También Carvajal sufrió un doloroso pisotón que no fue más allá. Carletto dio minutos a Arda Guler y a Ceballos mientras el Bernabéu cantaba a Kroos ¡Toni, quédate! En ese momento Bellingham filtraba otro pase para Vinicius, que sin pensárselo descerrajaba a Owono clavando la pelota en la escuadra para celebrar el cuarto. El inglés ha intervenido en 35 goles esta temporada (23 goles y 12 asistencias) y el brasileño en 34 (23 goles y 11 asistencias). Pero la goleada la cerró Arda Guler, remachando una contra que confirma que el turco además de talento tiene gol (4 goles en 290 minutos, uno cada 72).

Al Real Madrid le queda visitar Villarreal y recibir al Betis, en el que será el ensayo general para la final de Wembley, mientras el Alavés está salvado hace varias jornadas. Los blancos desconectan ahora tres días merecidamente en los que Ancelotti ha pedido a sus jugadores que se olviden del fútbol y disfruten de sus familias y amigos. Será el último respiro antes de afrontar la recta final de la temporada con la Champions esperando en Wembley, un estadio que aún no figura en la historia del Real Madrid.