Todo por un partido

Cruz Azul y América se enfrentan en el 'Clásico joven'

Cruz Azul-América

Cruz Azul-América / EFE

Marcel Beltran

Hay muchos adjetivos que le pegan a un clásico. ‘Gran Clásico’. ‘Clásico eterno’. ‘Clásico legendario’. ‘Súper Clásico’. ¿Pero ‘Clásico joven’? A priori, no parece la forma más apropiada de loar la tensión, la tradición o la espectacularidad de un partido que enfrenta a dos equipos unidos por una profunda enemistad. Pero si les preguntas a los seguidores de Cruz Azul y América, te dirán que estás equivocado. Para ellos, esas dos palabras son algo que va más allá: un pellizco, un sentimiento, una evocación a esos días en los que sales de la cama con el único propósito de vencer al vecino y sentirte por unas horas el dueño de tu ciudad. ‘Clásico joven’. ¿Suena un poco mejor ahora, verdad?

En mayo de 1980, América y Cruz Azul se volvieron a citar sobre el césped para añadir un nuevo capítulo al historial de su rivalidad. Ese día, la transmisión televisiva del encuentro estuvo a cargo de la empresa Televisa, y el escogido como locutor fue Gerardo Peña Kegel, que controlaba la actualidad de los dos conjuntos. En la previa, Peña Kegel pensó que a la audiencia le interesaría saber que una parte importante de las plantillas de los equipos, esa temporada, estaba compuesta por jugadores menores de 30 años. Por ese motivo, durante la emisión, se refirió al duelo como el 'Clásico joven'. Aquello podría haberse quedado en una anécdota. El típico recurso del que un narrador echa mano para aderezar su relato cuando el balón rueda lejos de las zonas de peligro. Pero no. Por una extraña razón, la expresión cuajó entre los aficionados de los dos bandos, que la hicieron suya. Y aquel comentario del periodista, completamente inofensivo, se quedó grabado como una cicatriz en el tiempo. Más de 40 años después, sigue vigente, y provoca alteraciones en la frecuencia cardíaca de unos cuantos. Independientemente de la fecha de nacimiento de los futbolistas que saltan al campo para tratar de decantar a su favor el derbi de la Ciudad de México.

El divorcio

Fundado por una poderosa cementera, de la que cogió también su apodo, Cruz Azul no nació en la capital del país, sino en el poblado de Jasso, en el estado de Hidalgo. En sus inicios, competía únicamente en torneos amateurs, y no fue hasta que despegó la década de los 60 que dio el salto al profesionalismo. La dinámica de los ‘Cementeros’ cambiaría para siempre cuando sus directivos, conscientes de las posibilidades del proyecto, decidieron mudarse al por aquel entonces todavía llamado Distrito Federal. El club multiplicaría su popularidad, se abriría a la llegada del talento extranjero y empezaría a familiarizarse con el dulce sabor de los títulos. Eso sí: también se ganaría a un enemigo. Concretamente, el propietario del campo en el que pasaría a jugar como local, el estadio Azteca. Para el América, aquello fue como si un intruso se metiera en su casa y le vaciara la despensa. Los ‘Azulcrema’ siguen siendo el conjunto de México más laureado, pero desde hace décadas están obligados a compartir el protagonismo capitalino con otra entidad que no ha parado de crecer y que hoy solo suma cuatro entorchados ligueros menos (13-9).

De hecho, el ‘Clásico joven’ también podría haber tomado el adjetivo del poco tiempo que lleva considerándose como tal en el imaginario colectivo. Con América y Cruz Azul sucede algo curioso: antes de oponer sus caminos, ya se habían enfrentado en 27 ocasiones. Su divorcio, aun así, puede localizarse en el calendario: 9 de julio de 1972. Un choque que lo cambió todo. Ambas escuadras se medían para decidir el campeón del título a un único partido. La situación ya empezó a torcerse antes de que el árbitro hiciera sonar por primera vez su silbato, cuando los dirigentes de Cruz Azul exigieron a los dueños del Azteca que les dejaran controlar la venta de entradas para la final. Y acabó de saltar por los aires durante los 90 minutos, pues el club que recién se había instalado en la ciudad se dio un festín y se impuso al ‘original’ con una goleada humillante (1-4). La guerra estaba declarada.

Con recuerdos como ese clavados en la memoria, este miércoles los dos equipos se retarán en otro pulso, aunque lo harán lejos de su casa, en el estadio Nemesio Díez de Toluca, dentro del marco de la Copa Sky, torneo amistoso que se está celebrando antes de que arranque el nuevo Clausura. Es cierto que no habrá demasiado en juego. Pero que nadie se relaje. Un clásico es un clásico. Tenga la edad que tenga.

CRUZ AZUL-AMÉRICA

CIUDAD DE MÉXICO

19°25’10’’N 99°08’44’’O

Población

8.900.000 habitantes

País

México

Distancia entre estadios

0 km (comparten el Estadio Azteca, con un aforo de 87.500 espectadores)

Hat-trick de curiosidades

PILLADOS

El América celebró su centenario en 2016 y para conmemorarlo lanzó un nuevo himno. ¿El problema? Sonaba casi igual al que El Arrebato había compuesto para el Sevilla por el mismo motivo. Sospechoso. El club mexicano lo acabó retirando.

LA HUIDA

El empresario Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul y dueño de un conglomerado de cementeras, se fugó en 2020 de la justicia cuando fue acusado de lavado de dinero y gestión ilícita. La Interpol emitió una orden de busca y captura.

DE RÉCORD

Los dos equipos se vieron las caras en la final del Torneo Clausura 2013, con victoria agónica en la tanda de penaltis del América. El partido de vuelta de esa final sigue siendo el duelo con más audiencia de toda la historia del fútbol mexicano.