Francia, una prueba de fuego para la defensa de España

Individual y colectivamente, la selección española ha cometido atrás errores de calado en muchos partidos

En la final de la Nations League la línea defensiva deberá parar a Griezmann, Mbappé y Benzema

Iñigo Martínez y Mikel Merino durante un entrenamiento

Iñigo Martínez y Mikel Merino durante un entrenamiento / EFE

Maite Jiménez

Maite Jiménez

España se enfrenta a Francia en la final de la Nations League después de haber realizado un gran partido de fútbol ante Italia. El doblete de Ferran Torres en el primer tiempo allanó el camino, pero el combinado nacional volvió a cometer un error defensivo en los minutos finales que los italianos no desaprovecharon para ajustar el marcador. Los de Luis Enrique ganaron y se clasificaron, aunque el equipo sumó un nuevo fallo atrás. Y ya van unos cuantos.

Azpilicueta, Laporte, Pau Torres y Marcos Alonso formaron la línea defensiva titular en la semifinal. España dominó con la pelota y no dejó que Italia le hiciese excesivo daño a lo largo de los 90 minutos. Pero esta no ha sido la tónica del combinado nacional, que ha sufrido deslices importantes en la línea defensiva en los últimos encuentros, incluidos los clasificatorios para el Mundial de Catar 2022, después de perder incluso el dominio de la pelota y hacer fuerte al rival.

Para la final, el selecionador nacional también tiene la opción de Íñigo Martínez en el eje de la zaga, un defensa algo más contundente y rápido para intentar tapar a la delantera francesa. Azpilicueta, en principio, partirá de inicio y será quien tenga que frenar a Mbappé, mientras que Laporte ya es un fijo para Luis Enrique. No es que se trate de jugadores de poca calidad, pero todos ellos deben superar el nivel dado hasta el momento para evitar sufrir ante "la mejor selección del mundo a nivel individual", según Luis Enrique.

Laporte, durante un entrenamiento de la selección española

Laporte, durante un entrenamiento de la selección española / EFE

La concentración y la comunicación entre ellos y también con los centrocampistas será esencial para frenar el potencial de una Francia que colectivamente no ha mostrado su mejor versión dado el nivel de sus futbolistas, pero que individualmente gana partidos.

UNA FRANCIA A LA CONTRA

"No es posible luchar por quitarle la pelota España, siempre tiene la posesión superior al rival", aseguró el seleccionador francés en la previa de la final. Ante estas declaraciones, da la sensación de que el equipo de Deschamps jugará al contraataque, una opción muy fiable y cómoda porque cuenta con futbolistas como Benzema, Griezmann y Mbappé, rápidos, con calidad e inteligentes a campo abierto.

Benzema y Griezmann durante un calentamiento con la selección de Francia

Benzema y Griezmann durante un calentamiento con la selección de Francia / AFP

En esta situación España deberá cuidar muy bien todas sus líneas y mantenerse como un equipo bien compacto. No solo por el tipo de delanteros mencionados, sino también porque Pogba es muy contundente en el medio y aúna calidad y físico para superar fácil la presión rival, y Theo Hernández y Pavard son dos laterales de recorrido y a los que les gusta llegar hasta el área del oponente.

A priori, que la selección francesa le deje el balón a la española es una ventaja. Sin embargo, un fallo en el centro del campo o en la transición defensiva, como se ha podido evidenciar en los últimos encuentros, puede hacer mucho daño a un combinado nacional que sabe que la mejor arma que tiene para ganar a Francia es la de mostrarse superior como colectivo.