¡Mamma mia con la Roja!

La selección española se clasificó para la final de la UEFA Nations League con un partidazo frente a Italia

Luis Enrique acertó situando a un Gavi estelar de titular y Ferran Torres exhibió su pólvora con un doblete

España jugará la final de la Nations League

La selección española se impuso a Italia en Milan por 1-2, rompiendo así la racha de los italianos de 37 partidos sin perder, y clasificándose para disputar la final de la Nations League.  / STATS PERFORM

Jordi Gil - Milán (Enviado Especial)

España jugará el domingo la final de la UEFA Nations League en San Siro ante el ganador del partido entre Bélgica y Francia de este jueves tras poder con la gran favorita en su propia casa. Italia fue desbordada en el primer tiempo por el juego alegre español y, con la expulsión de Bonucci, solo pudo poner emoción al final en una remontada que era imposible.

Italia - España

UEFA Nations League / Semifinal

1
2
Alineaciones
Italia
Donnarumma, Di Lorenzo, Bonucci, Bastoni, Emerson, Jorginho (Pellegrini, 63'), Barella (Calabria, 71'), Verratti (Locatelli, 57'), Chiesa, Bernardeschi (Chiellini, 45') e Insigne (Kean, 57')
España
Unai Simón, Azpilicueta, Laporte, Pau Torres, Marcos Alonso, Busquets, Koke (Merino, 74'), Gavi (Sergi Roberto, 83'), Ferran Torres (Yeremi Pino, 49'), Oyarzabal y Sarabia (Bryan Gil, 74')

Gavi fue la carta sorpresa de Luis Enrique en el once inicial y, tras una pérdida peligrosa de inicio que casi cuesta un gol de Chiesa, el canterano blaugrana se entonó rápido para dar dinamismo al centro del campo. España sorteó de forma notable la presión alta italiana con tres delanteros, como Sarabia, Oyarzabal y Ferran, que también colaboraban en la asociación. Lucho resolvió bien la falta de un '9' específico como ya hizo en la Eurocopa con Dani Olmo

La Roja aceptó el reto del ritmo elevado de la azzurra y encontró un filón en la izquierda con Marco Alonso. El lateral del Chelsea dio profundidad y calidad de pase. Por allí combinó bien con Oyarzabal quien puso un balón fuerte al área para que Ferran lo transformara con un toque de equilibrista.

Primer golpe para España y el segundo pudo caer pronto en un zapatazo de Marcos Alonso que Donnarumma despejó mal y el palo le salvó del autogol. Italia, con el amor propio herido, percutió y Di Lorenzo, de cabeza, y Bernardeschi, con un remate que exigió a Unai Simón se acercaron al empate. Aún más claro lo tuvo Insigne con todo a favor en el punto de penalti y tiró fuera.

El carácter de Gavi

Gavi, con 17 años, era el alma de la Roja para no acongojarse. Golpeó a Chiesa, se encaró con los rivales y arrancó para dejar una pelota ideal a Oyarzabal quien definió mal. El partido no tenía tregua y Bonucci se pasó de revoluciones propinando un codazo a Busquets que le valió la segunda amarilla.

Italia debía remontar con un jugador menos y con un segundo gol en contra en el descuento. Nuevo centro de Oyarzabal y cabezazo impecable de Ferran Torres para anotar su doblete particular y ampliar la renta antes de marcharse al descanso.

La segunda parte arrancó con el infortunio del cambio obligado de Ferran al no recuperarse de una entrada de Jorginho, si bien Yeremi Pino debutó mostrando descargo y desparpajo. España mantuvo la intensidad y jugando en campo contrario. Italia, con el refuerzo de Chiellini atrás, buscaba no recibir más goles y sorprender en alguna contra. Así fue como Chiesa disparó al palo, aunque la jugada fue anulada por fuera de juego.

El demonio Yeremi

La sentencia pudo llegar en una acción eléctrica de Yeremi por la banda, quien regaló un pase a la cabeza de Oyarzabal y el realista erró incomprensiblemente. La Roja no cesaba de buscar el tercero y Donnarumma lo evitó con un paradón a Marcos Alonso tras otra cabalgada de Yeremi.

El jugador del Villarreal no estuvo tan fino dejando un balón corto a Pau Torres, a quien Chiesa se le anticipo para correr todo el campo solo y dejar que Pellegrini anotara a puerta vacía.

España debía sufrir al final y Sergi Roberto entró por Gavi para poner temple. La Roja siguió con su guión, atacando hasta el último instante y saboreando un gran triunfo.