El Espanyol naufraga con diez en Valladolid

La expulsión de David López marcó el devenir del encuentro

La expulsión de David López marcó el devenir del encuentro / EFE

Franc Mendiola

Mazazo absoluto. El Espanyol hincó la rodilla en su visita al Valladolidrival directo por la permanencia, fruto de sus propios errores y una rigurosa expulsión. David López dejó a su equipo con diez antes de la media hora de juego después de ver una primera amarilla injusta y una segunda tan lógica como imprudente. Los de Abelardo se mantuvieron en el partido hasta que Sandro fusiló a un Diego López que, por una vez, fue culpable y no salvador. Dos fallos de dos de los baluartes pericos más seguros, la cruel losa. Embarba le dio picante al final con un tanto de penalti que llegó muy tarde. Los catalanes, hundidos y colistas.

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Liga Santander

2
1
Alineaciones
Valladolid
Masip; Moyano, Kiko Olivas, Salisu, Raúl García; Óscar Plano (Hervías, 73'), Míchel (Sandro, 64'), Alcaraz, Toni Villa (Fede, 80'); Enes Ünal y Sergi Guardiola.
Espanyol
Diego López; Javi López, Bernardo, Cabrera, Dídac; Marc Roca (Iturraspe, 85'), David López, Darder; Embarba, Wu Lei (Ferreyra, 85') y Calleri (Pedrosa, 69').

Conservador y a esperar acontecimientos salió el equipo de Sergio González. El Espanyol, templado pero impreciso en el último pase. El duelo fue básicamente aburrido, escaso de fútbol y de cosas interesantes. Lo único destacado fue el tremendo sopapo en forma de expulsión que recibió el equipo del PituÓscar Plano provocó dos amarillas de David López, la primera totalmente injusta y la segunda impepinable, y los pericos se quedaron con diez. La imprudencia del vallesano, incomprensible en alguien de su experiencia, no deparó en drama por fortuna para los catalanes.

El José Zorrilla le pedía heavy metal a los blanquivioletas, pero éstos no hilvanaban más de tres pases seguidos con sentido. Una precipitación que sirvió a los pericos para no sufrir e incluso pisar área rival a partir del balón parado, especialmente un cabezazo manso de un Calleri al que le sigue faltando veneno para definir en el área. Un bloque serio y ordenado ante un Pucela al que no le sobran las soluciones deparó pues unos 45 minutos iniciales por momentos más malos que un dolor de muelas A Abelardo, visiblemente mosqueado, le tocaba no obstante mover ficha al descanso.

Jarro de agua fría

La racanería mutua había hecho mella. El Valladolid, desacertado y sin ideas, abrió paulatinamente el envite, siempre con precauciones, pero mirando portería rival con más ahínco. No le quedó otra a los espanyolistas que seguir pertrechados atrás. A la chita callando, la entrada de Sandro quebró cierto colapso mental de los blanquivioletas, incapaces de ganar como locales desde el 3 de noviembre. Hasta que Raúl García hizo de verso libre y pegó un zapatazo que Diego López rechazó mal en primera instancia, dejando el balón suelto para un Sandro que fusiló por el palo corto y sin apenas ángulo a un meta perico que no estuvo fino.

La diana rompió los esquemas del colista, y en una rápida contra a la espalda de los centrales Sergi Guardiola, a portería vacía, sentenció. Embarba maquilló la derrota con un inesperado penalti en el añadido, pero no hubo tiempo para más. Soplo de aire fresco para los de Sergio y tremebundo castigo para un Espanyol que se sigue alejando de su objetivo.