¡Los árbitros roban la victoria a un gran Sandor Martín en el Madison!

¡Atraco a mano armada al que ha sufrido la madrugada de este domingo Sandor Martín en el Madison de Nueva York! El catalán tiró dos veces a Teófimo López (la segunda no se la contabilizaron) y llevó siempre el control de la distancia en un combate muy igualado. Un árbitro le dio ganador por 95-94, otro le dio perdedor por 96-93 y el que decidió, por 97-92 en una decisión que merecería una exclusión de por vida del boxeo. ¡Qué asco da a veces este deporte tan maravilloso!

El combate suponía el regreso del catalán a Estados Unidos poco más de un año después de derrotar el 26 de octubre de 2021 en su casa de Fresno al excampeón mundial en cuatro categorías diferentes Mickey García. Enfrente estaba Teófimo López, quien llegó a ser campeón universal unificado del ligero y a derrotar al genial ucraniano Vasyl Lomachenko.

El premio para el ganador era de aúpa: una pelea por el título universal superligero del Consejo, aunque no de manera directa. Y es que antes de luchar por el cinturón universal, el vencedor debería esperar a que el campeón Regis Prograis expusiese su cetro ante el también estadounidense José Carlos Ramírez.

Nieto de un abulense, López partía como favorito y acostumbra a empezar muy fuerte los combates, por lo que era clave estar muy metido desde el primer tañido. Y eso fue lo que hizo el excampeón de Europa, frenando los intentos del norteamericano con un par de buenos jabs de derechas, aunque recibió una izquierda y un flagrante cabezazo que le provocó un corte en la nariz.

El segundo empezó a las mil maravillas, con una derecha volada yéndose hacia atrás a la zona parietal de Teófimo, que se fue al suelo y recibió una cuenta. El barcelonés consiguió mantener a raya a su rival y se anotó el asalto con 10-8 para situarse por delante. En el tercero dio un paso adelante el excampeón mundial del ligero, aunque no fue superior y su derecha al cuerpo no fue mejor que la izquierda recta que recibió segundos antes.

El cuarto fue magistral ante un rival de enorme nivel. Tras recibir una buena derecha, Sandor boxeó en campeón con un sensacional jab de derecha y un notable gancho frente a un rival que empezaba a estar nervioso. El problema era la hemorragia nasal por el referido cabezazo que no quiso ver el árbitro que le impedía respirar adecuadamente.

En el quinto el catalán manejó la derecha con maestría en un planteamiento muy similar al de su triunfo ante Mikey García e incluso cruzó una buena izquierda mientras el de Brooklyn trataba de acelerar las acciones en un combate que transcurría al ritmo que no quería. El sexto también empezó muy bien, pero el norteamericano fue a más y logró un par de buenas combinaciones para apuntarse el round.

En el séptimo el árbitro Ricky González escamoteó un punto a Sandor, ya que no contó a Teófimo en una caída idéntica a la del segundo asalto. Al menos, se lo apuntó por 10-9 mientras la preocupación crecía en la esquina local. Eso sí, otra cosa era cómo irían las cartulinas.

Pese a que el verdugo del ucraniano Vasyl Lomachenko en los ligeros trataba de llevar la iniciativa, no encontraba la distancia y tampoco sabía frenar la derecha que lo mantenía a raya. "Tienes que boxear y comértelo. Recuerda que te quitaron el punto", le dijo su esquina cuando faltaban seis minutos para el final.

El noveno pasó sin cambios en esa dinámica y el discurso de la esquina del estadounidense hablaba por sí sola: "¿Qué te pasó, gordo? Te van a robar la pelea". Había que aguantar las acometidas del último asalto y lo consiguió pese a que se llevó un par de golpes en los instantes finales.

Sin embargo, esa gran lacra del boxeo que en tantas ocasiones son los árbitros sacaron las pistolas y arrebataron a Sandor un sueño que seguro que va a acabar logrando. Ganó para un juez por 95-94, perdió para otro por 96-93 y por 97-92 para el que decidió. ¡Con una caída que supone un 10-8 le dio 97-92 abajo! Y por si había alguna duda del robo, el Madison respondió con abucheos a la decisión pese a que ganó el neoyorquino. Sabia afición y, en el mejor de los casos, necios árbitros.