Selección española

Del abuso a la gestión emocional en la selección: "Tu cabeza está en otro sitio"

Misa Rodríguez y Alexia Putellas reflexionan sobre cómo han sido estas semanas al lado de Jenni Hermoso

Alexia Putelleas: "tolerancia cero ante lo que todo el mundo vio"

María Tikas

Laia Bonals

Son muchos los momentos vividos juntas. Las jugadoras de la

selección

tocaron el cielo en Sídney para luego vivir uno de los momentos más duros de sus vidas. 

Jenni Hermoso sufrió un abuso de poder, y sus compañeras lo vivieron como propio. Porque, con esos actos, no solo se violentaba a la futbolista madrileña, sino a todas las jugadoras y mujeres de la sociedad. Así lo han entendido ellas. Y por ello, afirma Alexia, han alzado la voz.

"Ha sido muy difícil", confiesa Misa Rodríguez, portera de la selección y del Real Madrid, y una de las mejores amigas de Jenni en el vestuario. "Tu cabeza está en otro sitio. Lo he vivido todo con Jenni, desde lo que pasó en las medallas hasta el día de hoy. Empatizo mucho con ella. Hay cosas que no se saben y que son muy fuertes, pero que no podemos contar porque hay un proceso judicial abierto. Es muy fuerte todo lo que ha vivido Jenni. Y somos personas, amigas. Me duele mucho todo lo que está viviendo. Al final del día, te duele", reconoce sincera Misa, que ha vivido casi en primera persona lo que sucedió.

Jenni, pese a no estar presente en la convocatoria, es una más en las negociaciones y está siempre en las conversaciones que están provocando una depuración en la Federación. "Jenni está al tanto de todo. Yo personalmente hablo con ella cada día. Le explico cómo está la situación y ella lo va entendiendo. Es una pena que no pueda estar aquí. A ella le hubiese gustado venir. Pero bueno, esperemos que vuelva en un futuro", añade Misa, que reclama que no se convocara a la delantera madrileña y se mintiera sobre que se trataba de un gesto consensuado.

Jenni, siempre presente

"Estos días los hemos superado pensando mucho en ella [Jenni]", relata Alexia Putellas, con quien lleva compartiendo vestuario muchos años. "La conocemos desde hace muchos años. Sabemos lo que nos ha dado y cómo es. No podíamos dejarla sola y teniamos que sacar fuerzas de donde fuera. Es una situación muy complicada y con el paso de los días lo ha sido mucho más. También hay un proceso judicial abierto, al que ninguna de nosotras está acostumbrada. Eso también conlleva un estrés. Se trataba de empatizar muchísimo con nuestra compañera. Y nos salía la fueza y la energía para luchar. Para que lo que ha pasado no suceda nunca más. Hemos querido que estuviera tranquila y no se sintiera sola", confiesa con una medio sonrisa al hablar de Jenni.

Volver a centrarse en el balón ha sido complicado para todo el vestuario. "De cara a esta concentración estamos haciendo todas un ejercicio mental, no de dejarlo a un lado, pero sí que cada día queremos dar lo mejor de nosotras por ella. Cada victoria es por Jenni", añade la portera, que se muestra satisfecha por la lucha que han emprendido las futbolistas y que está provocando cambios profundos en la

RFEF. "Lo hablaba con Jenni y le decía: si lo estas pasando tú y lo estamos viendo nosotras por ti, yo no quiero imaginarme la cantidad de mujeres que lo sufren día a día. Que sufren lo que hemos sufrido prácticamente Jenni y todas las de este vestuario. Se están dando pasos. Esa lacra a día de hoy aún sigue existiendo, pero es verdad que hemos conseguido un impulso más para que esta serie de actos no se sigan dando".

El nombre de Jenni Hermoso está presente en el día a día de la selección. La madrileña, que no ha sido convocada, sigue inmersa en un proceso judicial tras el beso no consentido que recibió de Rubiales en la entrega de medallas en la final del Mundial. Los hechos y todo lo que ha sucedido después ha sido un tsunami que ha inundado al vestuario de la selección, que se ha unido como nunca para hacer frente a estas acciones y se ha erigido como un referente en la lucha feminista.

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