El día que Shane fue más Kluivert que nunca

El hijo menor de Patrick Kluivert encarriló la victoria del Juvenil B (3-0) contra el Sabadell con un golazo que recordó a los que marcaba su padre

Shane ha vivido en el Barça a la sombra de Lamine y otros jugadores brillantes de la generación del 2007

Los Secretos de La Masia: Shane Kluivert

Jaume Marcet nos ilustra sobre una de las grandes sensaciones de La Masia: Shane Kluivert. Su apellido no miente... / Jaume Marcet

Jaume Marcet

Jaume Marcet

El peso del apellido nunca es fácil de llevar. Jordi Cruyff intentó siempre ser simplemente Jordi pero no lo tuvo nunca fácil. Shane es un delantero que juega en el Barça desde el verano del 2017 y siempre ha tenido que sobrellevar apedillarse Kluivert.

Su padre, Patrick, fue un mítico 9 y además durante un par de temporada fue el director del fútbol base blaugrana.

Shane Kluivert es delantero, como su padre, pero sus características son diferentes. Si Patrick era un ariete corpulento pero elegante, Shane nunca ha destacado por su altura y ha jugado casi siempre de extremo.

Las bajas que persiguen al Juvenil B del Barça provocaron que este pasado sábado Shane Kluivert afrontase el partido contra el Sabadell con el dorsal 9 en la camiseta y con la misión de ser el jugador más avanzado de la delantera.

Shane Kluivert junto a Joan Soler y José Ramón

Shane Kluivert junto a Joan Soler y José Ramón / FC Barcelona

Delantero centro accidental

Shane, por un día, emuló a su padre y no solo lució su número, sino que pudo actuar de ariete y marcar un gol clásico de delantero centro. Su remate con la izquierda, al borde del área, fue tan plástico como efectivo. Remate con su pierna menos hábil imparable para el portero vallesano. Shane cumplió con las obligaciones defensivas del '9' pero logró el gol más importante, el primero, el que abría la lata para encauzar un triunfo muy necesario para un equipo que, de momento., suma los partidos por victorias. Shane se estrenó como goleador en la Liga Nacional Juvenil.

Una generación especial

La temporada pasada con el Cadete A sumó ocho goles mientras que en la temporada 2021-22 con el Cadete B anotó cuatro tantos. De la generación del 2007 de Lamine Yamal, Shane Kluivert siempre ha estado a la sombra de jugadores como Marc Bernal, Dani ÁvilaQuim Junyent o Juan Hernández.

El pequeño de los Kluivert ha sabido siempre esperar su momento y dar la cara. Esta temporada, hasta el momento, solo había sumado 34 minutos en las cuatro primeras jornadas pero cuando Pol Planas lo necesitó, Shane sacó a relucir su pedigree Kluivert y marcó un gol importante para él y para su equipo.

La paciencia, un factor clave

Shane no aspira a ser Patrick, su deseo es seguir mejorando y si como en el caso de Fermín su crecimiento tardío ha frenado hasta ahora su explosión, la receta está clara, hay que armarse de paciencia y esperar a que llegue el momento para poder exhibir todo su potencial. El listón que dejó su padre es casi inalcanzable pero Shane solo pretende ser Shane... y si de vez en cuando nos regala algún destello de los que lucía su padre siempre será bienvenido.