Ya van demasiados toques de atención

En esto del baloncesto las dinámicas y las tendencias son casi más importantes que el mero cortoplacismo de los resultados. Echando un vistazo a las clasificaciones, la realidad presenta al Barça y al Real Madrid igualados en la Liga Endesa (nueve victorias y una derrota) y en la Euroliga con un balance de 6-2. Es decir, que la situación del equipo en las dos competiciones es excelente.

Sin embargo, desde hace semanas la realidad azulgrana empieza a oler a cuerno quemado, coincidiendo con la baja por una lumbalgia del referente Cory Higgins que se una a la de larga duración de otro exterior como Àlex Abrines.

Para terminar con la comparativa, cabe recordar de que el Barça prescindió en verano de los jugadores que estimó oportuno (Hanga, Claver, Pustovyi, Westermann y Heurtel junto a la obligada de Bolmaro por su salto a la NBA) y que la autoproclamada mejor liga del planeta arrebató a los blancos a Campazzo, a Deck y a Garuba.

Desconexiones

En lo que va de curso, el cuadro azulgrana se ha mostrado tan capaz de competir contra los mejores como de desaparecer de los partidos sin un motivo aparente. El primer toque de atención llegó en la final de la Supercopa, cuando se dilapidó una ventaja de 19 puntos (63-44).

En la Euroliga se ganó en la prórroga en el Palau a Olympiacos pese a una mala puesta en escena (10-17 en el primer cuarto) y el equipo también se rehízo en la pista del Fenerbahçe tras empezar 12-2.

Los mensajes de Jasikevicius no surtieron efecto y el 31-18 encajado en el primer cuarto en Tel Aviv se saldó con derrota. Lo mismo que el 28-21 en Milán. El técnico lamentó de la poca intensidad con la que salía su equipo a los partidos y al menos ese particular parece haberse solventado en los últimos compromisos.

Saras, enfadado

Acostumbrado a poner los cinco sentidos en lo que tiene por delante, Saras empieza a cansarse de estas desconexiones. Aunque se echa en falta algo de autocrítica, el lituano llegó a hablar de “falta de profesionalidad” tras sufrir el domingo ante el Valencia el primer KO liguero. “Siempre es culpa del entrenador, pero a lo mejor esta vez no”, llegó a espetar un Jasikevicius bastante ‘tocado’.

El caso es que tras ganar los seis primeros partidos de Euroliga y los nueve primeros de Liga, el Barça ha perdido en dos de las tres últimas jornadas europeas y viene de perder su invicto en la Liga Endesa.

Por tanto, esta doble jornada europea con duelos ante un CSKA Moscú lleno de dudas por la plaga de lesiones este miércoles y en la pista del ASVEL Villeurbanne el viernes se presentan clave para comprobar si la dinámica es realmente preocupante o si por el contrario el Barça regresa a la senda correcta.