Vitor Roque no ha actuado con Xavi en su posición natural

En el Barça, Vitor Roque ha jugado poquísimo y fuera de su posición natural. El lunes se cumplirá un mes de su última aparición en Cádiz. Desde entonces, se ha instalado en el ostracismo, escenificando las dificultades de su proceso de adaptación y la falta de confianza mostrada por Xavi.

El contundente mensaje de Rivaldo sobre Vitor Roque: "Sabemos lo que hizo..."

La gestión del técnico egarense con el único refuerzo invernal llama la atención, sobre todo desde el punto de vista táctico. Si se comparan los mapas de calor del último año de Tigrinho en el Athlético Paranaense, con el actual en el Barça hay diferencias llamativas, que van mucho más allá de la cultura futbolística puesta en práctica por unos y otros. 

En el Furacao, donde tuvo varios entrenadores, Vitor Roque siempre jugó con libertad táctica, centralizado o arrancando sus jugadas por banda derecha, desde donde buscaba la diagonal o el camino más corto hacia la portería. Xavi, sin embargo, ha preferido colocarlo arrancando por la izquierda, en el vértice de su fallido cuadrado, abierto, donde se ha mostrado inocuo. Tal vez que el técnico ha entendido que el brasileño podría ayudarle a suplir una de las carencias del equipo a lo largo de la temporada que es el flanco izquierdo. Este encaje táctico ha penalizado muchísimo a Vitor Roque en su proceso de aclimatación.  

Insistir en verlo como un delantero que arranca por el vértice izquierdo, porque de esta forma podrá sacar hipotéticamente beneficio de actuar a pie cambiado, es colocarlo en un callejón sin salida y minimizar sus virtudes. 

Si acaba saliendo del Barça en verano con fecha de retorno (como desea Xavi) o, a las malas traspasado (su agente André Cury no acepta una cesión), allí donde vaya, seguro que no jugará donde ha optado por encajarlo el técnico egarense. 

El Barça fichó al brasileño como un delantero centro, que sabe moverse en espacios reducidos dentro del área (donde marcó todos sus goles menos uno en 2023 en el Furacao) y , que, en la construcción ofensiva, no pide el balón al pie sino que juega mejor atacando los espacios. El plan nunca fue reconvertirlo en un falso extremo y aún menos por la izquierda.

En las últimas semanas, ha habido, como mínimo, dos situaciones diferentes de juego que favorecían las características de Tigrinho y que el cuerpo técnico ha preferido no explotar. Una de ellas, es la segunda parte en Montjuïc ante el PSG. El partido estaba para el brasileño, con un Barça en inferioridad, peroo que encontraba espacios para atacar.

Otra, fue el segundo tiempo, también en Montjuïc, ante un Valencia con diez que se cerró atrás y que acabó sucumbiendo. Dos encuentros tácticamente diferentes, con el conjunto blaugrana obligado a marcar y que terminaron con resultados opuestos y sin rastro del brasileño.