SERVEI CATALÀ DE TRÀNSIT

El Servei Català de Trànsit lanza una nueva campaña

El SCT ha puesto en marcha esta campaña en el Circuit de Barcelona-Catalunya coincidiendo con el GP de F1.

Cartel de la campaña "La carretera no es el Circuit"

Cartel de la campaña "La carretera no es el Circuit" / SERVEI CATALÀ DE TRÀNSIT

El Gran Premio de España Pirelli 2017 se celebra este fin de semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya, y el Servei Català de Trànsit no ha querido desaprovechar la ocasión para lanzar una nueva campaña de concienciación vial. Con el lema "La carretera no es el Circuit", esta acción de sensibilización pretende alertar de los riesgos de la velocidad excesiva y de la gran importancia de respetar los límites de velocidad en la red viaria.

La campaña se dirige al público que participa en los diferentes eventos que tienen lugar en el Circuit, ya sean Campeonatos del Mundoentrenamientos privados y colectivos y cursos de conducción, entre muchos otros. Por este motivo, los carteles con la gráfica de la campaña de sensibilización se han colocado en los exteriores del recinto, a través de los soportes de publicidad exteriores instalados en el Circuit.

Una de las principales causas de accidentalidad es la velocidad excesiva. Es por eso que la campaña incide en la idea que se tiene que practicar una conducción responsable, respetando los límites de velocidad establecidos. Insiste, también, en que la conducción deportiva o de velocidades elevadas, para nuestra propia seguridad y la de los demás, solo se pueden dar en instalaciones construidas y diseñadas específicamente para este uso concreto.

LAS CONSECUENCIAS

El público debe saber que el exceso de velocidad tiene consecuencias trágicas en las carreteras y, en caso de accidente, agrava las lesiones de las víctimas, ya que este incremento de velocidad aumenta la violencia de los impactos en los siniestros viales. Por ejemplo, una colisión a 50 km/h equivale a una caída desde diez metros de altura, mientras que tener un accidente a 160 km/h multiplica por diez la fuerza del choque y, por lo tanto, de sus graves consecuencias.

Además, los usuarios más vulnerables de las vías urbanas -peatones y ciclistas, sobre todo- también sufren los efectos de la velocidad excesiva. De hecho, a una velocidad de 30 km/h, el riesgo de muerte de un peatón en caso de atropellamiento se reduce a un 10%, pero a partir de 80 km/h las consecuencias son prácticamente siempre mortales.