Atletismo - Liga de Diamante

Mo Farah confirma que está como un tiro en la reunión de Birmingham

Mo Farah se exhibió en los 3.000 metros y batió el récord británico de Moorcroft

Atletismo - Liga de Diamante

Mo Farah besa el tartán tras exhibirse en los 3.000 metros / AFP

Carlos R. Galindo

Mo Farah, doble campeón olímpico y mundial de 5.000 y 10.000 metros, confirmó a sus 34 años que su preparación para los Juegos de Río sigue en la buena línea al destrozar el récord británico que estableció el inolvidable David Moorcroft en los 3.000 metros al acreditar un tiempo de 7 minutos, 32 segundos y 62 centésimas en la reunión de Birmingham, puntuable para la selecta Liga Diamante.

El atleta británico de origen somalí, doble medallista de oro en los Juegos de Londres 2012, superó la plusmarca que estableció Moorcroft en 1982 (7:32.79).

Farah no corrió el año pasado en Birmingham después de las acusaciones que recibió su entrenador, el estadounidense Alberto Salazar, tras haber sido acusado de violar las reglas antidopaje. Farah también rindió homenaje a su héroe de la adolescencia Muhammad Ali antes de la carrera. "Él fue un héroe para mí y quiero enviar todas mis condolencias a su familia y amigos", dijo. El keniata Mathew Kiptanui fue segundo (7:44.16).

El también keniano David Rudisha, campeón olímpico y plusmarquista mundial de los 800 metros, logró la segunda mejor marca de todos los tiempos en el 600 m. con un tiempo de 1:13.10 –la plusmarca está en 1: 12.81-. Él sintió que aún pudo haber corrido más rápido. "Creo que perdí la posibilidad de batir el récord en los últimos 100 metros", dijo.

Aparte de Farah y Rudisha, hubo otros cuatro atletas que se pusieron al frente de sus respectivos rankings mundiales del año. Conseslus Kipruto, de Kenia, ganó los 3.000 obstáculos con un crono de 8:00,12 y su compatriota Asbel Kiprop rompió la barrera de los 3:30 en los 1.500 metros (3:29.33) - en esta distancia, se retiró el español Manuel Olmedo-. El catarí Mutaz Barshim fue el mejor en salto de altura (2,37 metros) y la cubana Yarisley Silva se elevó por encima de 4,84 en salto con pértiga femenina.

Además de eso, el ídolo local, el británico Greg Rutherford, campeón olímpico de salto de longitud en Londres 2012, sufrió una severa derrota. Su marca de 8,17 metros solo le valió para el quinto puesto. La victoria fue para el estadounidense Marquise Goodwin con 8.42, pese a que actuó con un "leve lesión en el cuello" de su anterior participación en la Golden Gala de Roma la semana pasada. “He tratado de estar al 100 por ciento pero, por desgracia, me veo incapaz de mover el cuello”, dijo. "El médico piensa que es un latigazo cervical que no me va a afectar de cara a los Juegos.

La australiana Sally Pearson, campeona en 100 metros vallas en los Juegos Olímpicos, regresó a la competición después de romperse la muñeca en una caída en Roma. Ayer sólo pudo ser séptima en una carrera dominada por la nueva sensación del atletismo,  la estadounidense Kendra Harrison, que acreditó 12.46 segundos.

Uno de los resultados más sorprendentes de la reunión fue la derrota de la colombiana Caterine Ibargüem en triple salto, cuatro años invicta desde su triunfo en los Juegos de Londres. Ibargüen, que llevaba 34 victorias consecutivas, volvió a experimentar el amargo sabor de la derrota ante la kazaja Olga Rypakova, que en su último intento se fue hasta 14,61 metros, cinco centímetros más que la sudamericana.

Kim Collins, de Saint Kitts & Nevis, se impuso en los 100 metros con un tiempo de 10.11 segundos. Collins, que batió por milésimas al estadounidense Michael Rodgers (10.11) y al británico Chijindu Ujah (10.12) tiene 40 años de edad y se proclamó campeón del mundo en París 2003.