Los tres euros que ganó Joan Oliver en el Reus

Onolfo y Platt siguen sin mover ficha

Onolfo y Platt siguen sin mover ficha / SPORT.es

X. Turu

Clifton Onolfo y Rusell Platt llegaban a Reus con la convicción de intervenir en una difícil situación financiera y administrativa de la entidad. El conjunto de la capital del Baix Camp arrastraba problemas económicos desde que a Joan Oliver le empezaron a cerrar el grifo monetario con sus negocios en China.

Prisas y más prisas obligaron al ex accionista del Reus a negociar hasta altas horas de muchas madrugadas. Según apunto el mismo Oliver, “horas y horas sin dormir para intentar solventar el problema”. El ex directivo del FC Barcelona tardó demasiado en agilizar los trámites para poder vender el club y acabó por destruirlo. La avaricia rompió el saco. Oliver quería sacar tajada de una entidad en la que en sus inicios él mismo invirtió unos cinco millones de euros.

Los tres euros simbólicos que pagaron los actuales propietarios del Reus fue en consecuencia de la gran deuda que tenía el club. Este hecho obligó a Oliver a regalarlo y a su vez sirvió para que Onolfo Platt pudieran cerrar una operación de compra que no tenía ningún tipo de riego financiero. Los problemas llegaron cuando los americanos empezaron a indagar y descubrieron que el déficit que había dejado Oliver era muy superior a esos cinco millones de los que siempre hablaba el empresario catalán.

Los puntos incumplidos

Con el casi 98% de las acciones del club, los nuevos gestores de la entidad catalana hicieron unas promesas que poco después se han ido desvaneciendo con el paso de los días. Se hablaron de grandes cantidades de dinero para empezar un ilusionante proyecto dentro de la ciudad, donde se incluían reformas en el estadio, un centro comercial, etc.

Toda la mala gestión de Oliver no ayudó para nada en este nuevo plan de los americanos, que con la fuga de todos sus futbolistas perdieron un valor activo de unos diez millones de euros. Además, el ayuntamiento de la ciudad dejó claro que sería prácticamente imposible facilitar una zona para la construcción del espacio de ocio cerca del nuevo campo.

Cosas importantes como ponerse al día con los sueldos de los trabajadores, que fueron los que aguantaron la entidad cuando esta estaba derrumbándose poco a poco, todavía no se han cumplido. Los empleados tiraron hacia delante una nueva denuncia y esperan con ansias una respuesta por parte del club y, sobretodo, una solución a la situación de no poder cobrar durante cinco largos meses. Con todo y con una incertidumbre que envuelve al Reus, Onolfo Platt esperan la resolución final del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), para decantarse y posicionarse hacia una u otra dirección. El millón de euros para invertir en Segunda División B para tratar de subir lo antes posible a la categoría de plata, dependerá básicamente de la reducción de los tres años sin poder competir a tan solo uno.