Brahim Díaz, el primer ‘desheredado’ de Carlo Ancelotti

Brahim Díaz tenía muchas dudas de si volver al Real Madrid después de su brillante paso por el Milán, donde se hizo un hueco en el equipo titular. Dos años de cesión en los que dejó patente su crecimiento hasta el punto de que el club blanco decidió recuperarlo y sumarlo este verano a su plantilla. Sin embargo, Carlo Ancelotti ha tardado muy poco en prescindir de su participación para ser el jugador que menos ha utilizado en pretemporada, 93 minutos sobre 360 posibles, salvo Álvaro Odriozola que sigue buscando una salida.

Brahim, 24 años, no ha desentonado cuando el italiano le ha dado la oportunidad de jugar. Ha dejado pinceladas de su clase pese al poco tiempo que lleva en el equipo, pero Ancelotti ha dejado sentado que no cuenta con él siendo el primer ‘desheredado’ de la plantilla. El italiano lo ha utilizado como recambio de Bellingham, quizá viendo que son incompatibles, pese a que el malagueño se puede mover por la banda derecha sin colisionar con el inglés, como hizo en el equipo milanista y donde deslumbró con su fútbol ofensivo.

POR DETRÁS DE RODRYGO Y GÜLER

Ancelotti ha preferido, también, poner a Rodrygo antes que a Brahim, pese a que el brasileño ha hecho una pretemporada muy por debajo de sus posibilidades, siendo uno de los jugadores que peor han rendido. Extraña que no haya dado más oportunidades a un jugador que acaba de llegar y que necesita acoplarse a un equipo en construcción. Un síntoma negativo para las aspiraciones de Brahim, y más con Güler lesionado. El turco está llamado a ocupar esa banda derecha cuando se recupere, lo que mandará del todo al andaluz a la suplencia.

Mal comienzo de Brahim en su regreso al Real Madrid con Ancelotti al mando. En breve empezaremos a escuchar los lamentos del italiano reconociendo que le da pocas oportunidades, algo que vivieron la temporada pasada jugadores como Asensio, Ceballos o Hazard, entre otros, o los Isco, Bale o Jovic hace dos temporadas. Ancelotti tiene sus propias ideas y en ellas parece que Brahim no tiene cabida. Salvo giro inesperado, el malagueño ya sabe lo que le espera a las órdenes del italiano.