Dudar de Laporta, Xavi y de los futbolistas

Xavi y Laporta, durante la presentación del técnico como entrenador del Barça

Xavi y Laporta, durante la presentación del técnico como entrenador del Barça / EFE

Joan Vehils

Joan Vehils

Es normal que cuando los resultados no acompañan se dude de los responsables de cada uno de los puestos clave del Barça. Lo irresponsable sería lo contrario. Es decir, que sería de insensato que el presidente no dudara del entrenador tras quedar eliminado a las primeras de cambio de la Champions, que Xavi no pusiera en cuestión a sus futbolistas o que los aficionados no empezaran a titubear sobre su presidente.

Eso es lo normal. Sin embargo, lo peor no es dudar. Lo peor es dejar de dudar. Cuando uno deja de dudar está obligado a tomar decisiones. Y parece ahora que en un solo partido se ha pasado de tener ciertas dudas a tener claro que muchos que no valen para sus puestos.

Es verdad que en Can Barça no hay término medio, pero habían ilusionado tanto a los aficionados con la posibilidad de ganarlo todo, que ahora la confusión es generalizada. Además, no hay cosa peor para un catalán que venderte parte de tus activos para comprar algo mejor y que la cosa no funcione.

¿Duda Laporta? Claro que duda. Y que por su cabeza ya ha pasado el nombre de Luis Enrique o de otros entrenadores. Seguro. Es su obligación, aunque no pueda ni deba decirlo en público. Una cosa es desear que mañana le metan cinco al Madrid y ganar la Liga y la Copa y otra es estar preparado para lo peor.

No obstante, Laporta, al margen de que ayer diera la cara, anunciara refuerzos para enero y transmitiera confianza al técnico, en las próximas semanas debería explicar de manera pausada y reflexiva cual será la hoja de ruta del Barça si quedan fuera de la Champions.

Al margen de lo que pueda pasar mañana, el socio tiene que saber si perder tendrá consecuencias o si el proyecto pasa de ser de corto a medio plazo. Y es que quizá se precipitó pensando que podría construir un equipo ganador y competitivo en tan solo un par de años. Ni con palancas es tan fácil. La prueba es el PSG o el City llevan muchos años intentando ganar la Champions y todavía no lo han conseguido.

Respecto a los futbolistas está todo dicho. Algunos han demostrado que ya no les da para competir y ya no ofrecen margen para la duda. Así que habrá que ser tan realista como contundente con ellos. Hay que estar agradecido por todo lo que nos han dado, pero el Barça está por encima de cualquier jugador. Actúen con respeto, pero sin ataduras sentimentales.

Y claro, si se duda del entrenador y de los futbolistas también hay quien empieza a dudar del presidente. Normal. De momento, de lo proclamado a lo visto hay un abismo.