Gerunda, ilusión en busca de apoyo

El auge del fútbol femenino en los últimos años es ya toda una realidad. Los datos lo demuestran. En diciembre 2022, el número total de fichas femeninas en Catalunya era de 18.882. 

Lo que es menos habitual es que existan clubes que tengan una estructura solo de equipos femeninos. Ese es el caso del Gerunda, un club de Girona que el próximo mes de abril cumplirá diez años y que dedica su actividad en exclusiva al fútbol femenino. La entidad cuenta a día de hoy con 150 jugadoras entre la escoleta, los equipos de formación, los tres equipos alevines, los dos infantiles, tres juveniles y un amateur. Una cifra alta teniendo en cuenta que, en su fundación contaba con solo 13 jugadoras.

Un crecimiento que podría ser mayor, pero que, a juicio de su presidente, Carles Teixidor, está estancado entre otras cosas, por “la mala gestión de las instalaciones” que comparten con un club de fútbol masculino.

Teixidor, que ha vivido toda su vida vinculado al mundo del deporte y del fútbol en particular, afirma que “se sienten poco valorados por las instituciones” y pone como ejemplo que los derechos de explotación del bar así como el Campus de verano vayan exclusivamente al equipo masculino. Un problema derivado de la concesión de uso de las instalaciones, que según el directivo, “llevan años caducadas” y no hay intención de renovarlas. 

Falta de ayudas

Teixidor, que fue presidente del Girona entre 993 y 1995, recuerda cómo surgió la idea del Gerunda. Una semilla que creció durante su época de entrenador, cuando veía los problemas que sufrían las niñas que tenían jugar en equipos masculinos. Años después, junto a dos compañeros, se decidió a crear el Gerunda, que ha crecido paralelamente al interés por este deporte en el ámbito femenino. “La explosión a nivel televisivo del fútbol femenino, vinculado totalmente al equipo femenino del Fútbol Club Barcelona”, es uno de los factores que para Teixidor explican este auge.

Para poder seguir creciendo, el presidente del Gerunda reclama más ayudas a las instituciones. “Consideramos que debe cambiar la forma de reparto de las ayudas económicas a los clubs modestos, y ya que es inviable poder tener más instalaciones, sí que con un control más estricto, se podrían aprovechar mucho más las actuales”, explica a Sport.