Irán confirma la muerte de su presidente, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero

Raisi iba acompañado de una comitiva que había participado en la inauguración de una presa en Azerbaiyán junto al presidente azerí, Ilham Aliyev

Irán da por muerto a su presidente, Ebrahim Raisi, tras llegar al lugar del accidente

Agencia ATLAS / Foto: EP

Adrià Rocha Cutiller

La televisión estatal de Irán ha confirmado este lunes la muerte del presidente ianí, Ebrahim Raisi, tras el accidente del helicóptero en el que viajaba. La confirmación de los medios oficiales se produce poco después de que los servicios de búsqueda y rescate localizaran la nave en la que iban Raisi y el ministro de Exteriores del país, Hosein Amirabdolahian, y no encontraran "evidencia de que los ocupantes del helicóptero estuvieran con vida".

Pocos minutos antes, el jefe de la Media Luna Roja había explicado que sus equipos habían localizado los restos del helicóptero, reconociendo que "la situación no es buena".

El anuncio ha tenido lugar después de que fuentes sobre el terreno informaran de que habían logrado obtener las coordenadas de la localización de la aeronave gracias a un dron turco, que descubrió la señal térmica en una montaña situada en una zona boscosa a tres kilómetros al noreste del pueblo de Tavil.

Raisi iba acompañado de una comitiva que había participado en la inauguración de una presa en Azerbaiyán junto al presidente azerí, Ilham Aliyev. El helicóptero cayó en una zona de difícil acceso y las labores de búsqueda se han complicado por la presencia de una densa niebla, lluvia y oscuridad.

Cientos de personas rezan en las calles de Teherán tras conocerse la muerte del presidente Raisi

Agencia ATLAS / Foto: EFE

“Esperamos que Dios todopoderoso nos devuelva al respetado y honorable presidente y a sus compañeros. Todo el mundo debe rezar por la salud de este grupo de sirvientes de Dios. Si la gente de Irán no se preocupa, entonces no habrá ningún tipo de disrupción en el trabajo en nuestro país”, declaró el domingo por la tarde el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, aceptando la posibilidad del fallecimiento de Raisí y su comitiva.

Amigos y rivales de Irán en toda la región —a excepción de Israel— se lanzaron tras la noticia a ofrecer su ayuda a la República Islámica para encontrar el helicóptero estrellado y su tripulación. La Unión Europea (EU) ha anunciado que, a petición de Teherán, ha activado su satélite de respuesta rápida Copérnico, para poder escanear desde el espacio la región donde ha tenido lugar el accidente.

Turquía, además, ha mandado hacia un helicóptero de rescate equipado con cámaras de visión nocturna y un avión no tripulado de reconocimiento. Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Arabia Saudí, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos también se han mostrado a mandar asistencia a Irán si la República Islámica lo pide.

Décadas y controversias en el poder

Raisí, de 63 años, fue elegido presidente en 2021 en unas elecciones marcadas antes de que ocurriesen, y desde tomar posesión de su cargo, ha endurecido las leyes de represión moral en el país —sobre todo contra las mujeres—. 

Fue él quien estuvo al mando de la represión estatal contra las protestas en 2022, tras la muerte de la joven Mahsa Aminí a manos de la policía moral. Según recuentos independientes, 500 personas murieron en esas protestas a causa de la dura represión policial, y una decena de manifestantes detenidos —de 22.000— fueron condenados a muerte semanas y meses después de los disturbios.

Antes de ser presidente, Raisí tomó parte clave como jefe del sistema judicial iraní en la condena a muerte y posterior asesinato de miles de presos políticos en 1988, al término de la guerra entre el país persa y el Irak de Saddam Husein

Raisí, ultraconservador y muy cercano a Jameneí, era —y es, de momento— uno de los favoritos a suceder al ayatolá cuando este muera. A sus 85, se rumorea que Jameneí está gravemente enfermo, y en la torna para su sucesión había dos candidatos: el mismo Raisí y el segundo hijo de Jameneí, Mojtaba Jameneí, de 55 años.

Una vez confirmada la muerte de Raisí, el actual vicepresidente iraní, Mohammad Mojber, ascendería a la presidencia del país persa de forma interina hasta que sean convocadas, en un plazo de un máximo de 50 días, unas elecciones presidenciales que sirvan para escoger el sucesor de Raisí.

Así, los expertos consideran que la muerte del actual presidente iraní no tendrá un impacto demasiado grande en la política nacional y regional iraní: en la República Islámica no es el presidente sino el líder supremo el jefe de Estado, y toda decisión política y de gobierno debe, sin excepción, pasar por las manos de Jameneí. La figura del presidente, en Irán, tiene una función secundaria.

Luto o celebraciones

La prensa iraní, ante la notícia de la desaparición de Raisí y el ministro de Exteriores, se ha apresurado en mostrar imágenes de todas las grandes ciudades del país, donde seguidores de la República Islámica se han concentrados en mezquitas y centros religiosos para rezar por la salud de los hombres afectados, cinco en total, además del piloto del helicóptero.

Pero en las redes, muchos iranís en el exterior —Irán tiene un gran número de exiliados políticos en Europa y Norteamérica—, muchos han celebrado el posible fallecimiento de Raisí, contra quien la oposición iraní guarda un especial rencor por su protagonismo en los juicios contra opositores encarcelados de 1988.