Adiós a Xavi Moya, un emblema de los deportes de contacto

Ver a un mito de los deportes de contacto como Xavi Moya en las esquinas de veladas amateur como entrenador y desvivirse regalando su sabiduría a los más jóvenes es un privilegio que han tenido durante muchos años los amantes de los deportes de contacto y sobre todo del boxeo en tierras catalanas.

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Esa vida de pasión pugilística del genio catalán terminó el sábado por la tarde de la manera más triste, en un accidente de motocicleta que se llevó para siempre a uno de los mayores emblemas de la historia del boxeo catalán al nivel de los José Gironés, Emilio Solé y actualmente un Sandor Martín cada vez más cerca de pelear por el Mundial superligero.

Uno de los momentos más recordados de su amplia y exitosa carrera será sin duda el día que paralizó Barcelona con la mejor velada del siglo en Catalunya. Aunque ya llevaba tiempo centrándose también en las artes marciales mixtas, Xavi Moya no tuvo reparos en subirse al ring con el mejor boxeador español de todos los tiempos, Javi Castillejo.

Fue el 11 de enero de 2002 y el Palau Blaugrana registró un lleno hasta la bandera en un combate por el vacante título de la Unión Europea del peso medio y el barcelonés plantó cara al 'Lince de Parla' en los primeros asaltos antes de que el excampeón mundial impusiese su ley y se impusiese por KO técnico en el quinto.

Moya fue uno de los referentes de los años 90 en un boxeo barcelonés que luchó en el desierto del rechazo y de la falta de interés mientras que en Madrid La Cubierta de Leganés centraba la realidad española. En total, logró 29 victorias (13 antes del límite), sufrió cinco derrotas (todas ellas antes del límite) e hizo dos nulos.

Además, fue campeón de España del peso medio gracias a su victoria ante Rafael Marín el 20 de mayo de 1994 en Barcelona e intercontinental de la IBF gracias a su triunfo en tierras germanas ante el germanoalbanés Bahre Ahmeti. De todas formas, la grandeza de Moya iba mucho más allá del boxeo.

Tras ser atracado en la calle siendo un niño, decidió aprender a defenderse y ahí empezó una carrera histórica que le llevó a proclamarse campeón mundial del 'kung fu' en 1991 y conquistó nueve veces el título universal en 'full contact', otra de sus grandes pasiones en la que también reinó siete veces a nivel continental.

Además, creó su propia escuela en un gimnasio El Clot barcelonés (Esport Rogent) y le apasionaba formar a los jóvenes en los valores que han regido toda su carrera y toda su vida: la profesionalidad, la dedicación, el respeto y el amor por los deportes de contacto. A sus 55 años seguía mostrando un impresionante nivel físico fruto de seguir cuidándose y de no faltar nunca al gimnasio. Descanse en paz Xavi Moya.