Trofeo Joan Gamper: Mucho menos drama de lo anunciado

Los aficionados culés que subieron al estadio  LLuís Companys en el Gamper destacaron que no es un problema enorme asistir a la nueva casa azulgrana

Si el socio no sube a Montjuïc es porque no quiere, porque el plan de movilidad estuvo bien planificado 

Miles de culés acuden al Lluís Companys

Miles de culés acuden al Lluís Companys / Sport

Sergi de Juan

Sergi de Juan

El socio del FC Barcelona ha recibido el traslado a Montjuïc con mucho escepticismo. Le está costado digerir que debe abandonar su casa, el Spotify Camp Nou, durante un año y medio mientras duren las obras. El trofeo Joan Gamper era una prueba piloto sobre cómo respondería la afición azulgrana al cambio de domicilio aunque tratándose de un torneo veraniego y no de un partido oficial todas las reservas eran pocas. Ya se sabe que esta época del año lo que predominan son los turistas, aquellos viajeros que están de paso y que ven en asistir a un partido del Barça como una gran actividad del día para no aburrirse en Barcelona

Pese a todo, también hubo socios del club que no quisieron perderse la puesta de largo del equipo ante la afición y la que será su nueva casa esta temporada. Por consejo del club, quisieron subir al Lluís Companys a pie, valiéndose de las escaleras mecánicas y luego haciendo un paseo muy agradable en un día en que el calor no era descomunal. El plan de movilidad, a grandes rasgos, funcionó bien. 

Un socio del club, Mauricio, y en edad universitaria iba acompañado de su padre y restó importancia al problema que ven muchos socios en subir a Montjuïc. “He andado un poco y he hecho muchos más sacrificios con mis amigos este verano. No es un drama subir aquí”, afirmó entre sonrisas. Su padre, a punto de la jubilación, no lo ve igual. “Ir al campo con mi hijo es un ritual y es uno de los pocos momentos en que puedo estar con él tranquilamente pero en invierno me costará más”, admitió. Eso sí, aseguró que subir a Montjuïc también dependerá de la situación del equipo y si éste lo engancha con su fútbol y los resultados deportivos. 

Para los aficionados extranjeros, subir a Montjuïc no fue un problema tan grande. Como visitantes de la ciudad están acostumbrados a andar y la realidad es que acceder al Lluís Companys desde Plaza España y con las escaleras automáticas y los autobuses lanzadera no es ningún drama. Y luego es un paseo muy agradable. Además, por el camino te encuentras a gente que vende bebidas para refrescarte. Que lo agradecieron en estos días de calor. 

Un día de turismo

Algunos de los asistentes al partido reconocieron que aprovecharon la celebración del duelo para pasar el día en las inmediaciones del estadio. Muchos aprovecharon para visitar el Poble Español y comer allí. Y es esa la intención del club. Facilitar que la gente que acuda a ver los partidos aproveche el día disfrutando de todo lo que ofrece la montaña de Montjuïc, que no es poco.