De querer triunfar en el Barça, a deambular por el Calcio

Yerry Mina llegó al Barcelona en el mercado de invierno de 2018 precedido por la fama de ser uno de los centrales sudamericanos con más proyección después de haber triunfado en el Santa Fe(donde ganó la Copa Sudamericana 2015) y, posteriormente, en Brasil, en el Palmeiras (conquistó el Brasileirao 2016).

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Cinco años después de su aterrizaje en el Camp Nou y sin haber cumplido con las expectativas creadas, ni en Barcelona, ni la Premier, ni en el Calcio, el zaguero colombiano, ahora con 29 años, empieza una nueva andadura profesional en el Cagliari, donde ha sido cedido por la Fiorentina hasta final de temporada con una opción de compra no obligatoria.

Su paso, esta temporada, por el 'Viola' puede catalogarse como un fiasco. Llegó libre del Everton el último verano y solo ha acumulado 187 minutos de competición oficial dividido en siete partidos. Su salida pactada es un intento de relanzar su carrera en el fútbol italiano en un equipo que no vive su mejor momento porque ocupa posiciones de descenso. Un gran interrogante pesa sobre el gigante colombiano de un 1,95 m de altura.

Su etapa blaugrana fue muy decepcionante, porque había el convencimiento dentro de la secretaría técnica que sería un central de referencia. Le costó adaptarse con la dificultad añadida de incorporarse a mitad de curso. Y Ernesto Valverde no acabó de confiar en él. Se enfundó la camiseta blaugrana solo en seis ocasiones, pero su currículo siempre dirá que logró un 'doblete': Liga y Copa del Rey, el octavo en la historia del club.

Desde el punto de vista económico, en cambio, su fichaje fue un éxito. Se pagaron 12,5 millones de euros al Palmeiras, donde ya había llegado con una opción de compra preferente del Barcelona, y fue traspasado seis meses después al Everton por más de 30 millones de euros.

En Inglaterra vivió un calvario de lesiones (que ha acabado siendo su talón de Aquiles) y no llegó al centenar de partidos oficiales con los Toffees, con los que marcó nueve tantos.

Yerry ha tenido el privilegio de jugar en las tres grandes ligas europeas: LaLiga, la Premier y la Serie A italiana. Su asignatura pendiente sigue siendo la de firmar una temporada jugando regularmente. No lo ha logrado en el primer tramo de este curso. El Cagliari tiene una nueva opción para volver a empezar.