Saviola: "Sabía que el primer equipo no iba a pasar factura a Lamine"

El argentino recuerda para SPORT su experiencia entrenando a Lamine Yamal en el Juvenil A del Barça

"Nos llamaba mucho la atención la serenidad que tiene para afrontar las situaciones de presión", asegura

Xavi Hernández se deshace en elogios a Lamine Yamal: "Es un jugador diferencial"

Xavi Hernández se deshace en elogios a Lamine Yamal: "Es un jugador diferencial" / Chiringuito - LaLiga

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Javier Saviola (41 años, Buenos Aires) nos atiende por teléfono desde las Cataratas del Iguazú. El argentino, que coleccionó apodos como futbolista (el Conejo, el Pibito), se encuentra en un momento de reflexión tras cerrar su etapa como segundo entrenador del Juvenil A del Barça. El próximo 5 de septiembre participará en el partido entre leyendas de España y Argentina en El Sardinero. "Un espectáculo", en palabras suyas, donde coincidirá con mitos como Simeone, Burrito Ortega, Morientes o Mendieta en el primer partido de la Copa Air Europa.

¿Por qué cierras tu etapa en el Juvenil A del Barça? ¿Cuál es el siguiente reto de Saviola?

Soy una persona que siempre intenta buscar distintos frentes. Después de haberme dedicado exclusivamente a entrenar, quiero dejarlo por un tiempo para enfocarme en otros proyectos ligados al fútbol. Quiero involucrarme en temas de comunicació, seguir jugando partidos en distintos eventos mientras el cuerpo aguante y disfrutar de la familia que el año pasado estuve más alejado de ellos en Barcelona.

¿Qué fue lo que más te costó de ser segundo entrenador del juvenil A del Barça?

Lo más complicado fueron los inicios porque era nuevo. Era mi primera experiencia vinculada a entrenar y formar parte de un cuerpo técnico. Al principio fue duro entrar en la dinámica: ver cómo trabajaba el staff, de qué manera Óscar López quería que todo fuera lo más rápido posible. Los chicos necesitaban tener un cuerpo técnico a la altura del equipo que teníamos. Al principio hay ese momento de adaptación pero mis compañeros me ayudaron y los chicos fueron muy profesionales y humildes. Me encontré un cuerpo técnico de altísimo nivel, que me esperó y tuvo mucha paciencia también [sonríe]. Cuando superé esa barrea todo se transformó en cosas buenas. 

¿Qué jugador te llamó más la atención del equipo con proyección para el primer equipo? 

Lo primero que llama la atención es el nivel altísimo que hay en todas las líneas. Me encontré con un grupo tremendo y eso te hace dar cuenta del club en el que estás y por qué siempre saca tan buenos jugadores. Pero no es complicado saber cuáles destacaban más, porque a Lamine lo hemos tenido todo el año. Nos hemos maravillado y hemos sentido que teníamos un jugador distinto dentro del equipo. Con 15 años ya hacía la diferencia ante rivales mucho mayores. Veíamos esa calidad técnica y esa valentía, porque creo que hay que ser muy valiente también.

¿Cuándo os disteis cuenta de esa valentía?

Lo vi por cómo llevaba las situaciones de presión, por un montón de cosas que con 15 años ya te das cuenta de la fortaleza mental que tenía y cómo se metía el equipo al hombro. Además está creciendo. Ha mejorado muchísimo en la última parte del juego. En la definición, que creo que es importantísimo para el juego que él tiene. Es muy encarador, muy habilidoso, pero ya vimos una mejoría muy grande de cara al gol. Estamos hablando de esos jugadores distintos que no salen a menudo. Hay muy buenos jugadores pero los distintos son los que salen menos. No es casualidad que esté en el primer equipo y Xavi le dé muchos minutos con 16 años. Eso habla por sí solo: tiene un futuro enorme, es una persona inteligente también porque se deja aconsejar. El jugador, si es bueno y se deja aconsejar, a la larga es mejor todavía. 

¿Qué pensaste la primera vez que lo viste entrenar?

Con tantos años de carrera y tras ver tantos jugadores, cuando ves un jugador distinto te das cuenta al momento. Con 15 años no era fácil ponerse al equipo al hombro y él lo hacía. Ahí te das cuenta lo distinto que es. 

¿Te sorprende que con 16 años ya esté siendo importante con el primer equipo?

No me sorprende porque ya sabíamos que él iba a afrontar muy bien esta situación. Que cuando llegara al primer equipo se comportaría como lo está haciendo: con mucha madurez, integrándose muy rápido y funcionando en los entrenamientos. Laimine entrena muy muy bien sabiendo lo que le falta y lo que tiene. Y nosotros éramos conscientes de que, cuando llegara al primer equipo, no le iba a pasar factura. Lleva en su ADN una forma de jugar que lo hace distinto.

En el vestuario, ¿qué tipo de personalidad descubriste? ¿es tan tímido como parece?

Bueno, lo que transmite en el vestuario es mucha serenidad. Esa serenidad que a veces muestra en el campo, que lo ves con esa mentalidad tan fría para resolver, fuera del campo es lo mismo. Lo noto un chico muy tranquilo, muy inteligente; se adapta muy bien a las situaciones; muy maduro para la edad que tiene. Entonces no creo que sea un inconveniente para él estar en el foco, la fama y un montón de cosas que tienes que afrontar con 16 años. Yo las he vivido. Igual que Lamine empecé con 16 años y realmente es complicado pasar de estar en el colegio y en tu casa a estar en el foco del mundo entero. Pero realmente lo veo muy capacitado para afrontar las situaciones que se les vayan poniendo.

¿Algún otro jugador que te llamara mucho la atención?

Aleix Garrido era otro. Tiene una calidad increíble, una técnica espectacular. Y también nos sorprendió muchísimo de la manera que recibía, de la manera que se sacaba a jugadores de encima; juega mucho al primer toque. Un jugador muy inteligente. Estos eran los dos jugadores distintos que teníamos en la plantilla.

De tu etapa como jugador del Barça siempre destacas la relación que tenías con Xavi, ¿durante tu estancia en el juvenil A os juntabais a comer o charlar? ¿Lo has visto sufrir mucho como entrenador del Barça?

Con Xavi nos hemos juntado algunas veces, pero no muchas. Él estaba enfocado con el primer equipo, yo entrenaba por la mañana, y después había muchos viajes y no podíamos coincidir todo lo que queríamos. Pero sí que nos juntamos algunas veces y hablábamos mucho por WhatsApp o por teléfono, también por temas futbolísticos de los chicos que iban subiendo, de los que iban rotando. Después nos hemos juntado con Rafa Márquez en algún momento. Tenemos una relación de estar unidos, de hablar y estar lo más presente posibles. 

¿Lo viste aliviado por ganar LaLiga?

Sí, creo que el título de Liga lo buscaba ansiosamente, tanto él como la gente. Estar en algún club como e Barça te lleva a tener que luchar por todo. Esa es la exigencia, a ganando la gente no está de acuerdo si no juegas bien. Así que exige mucho: él nació en La Masia y conoce cada rincón del club. Por esi deseaba más que nadie ganar un título, para darle una alegría a la gente.

Como argentino quería preguntarte por Messi, ¿cómo viviste su decisión de irse a Miami? ¿Pensabas que volvería al Barça?

Lo del Inter fue sorpresivo para todos. Nos imaginábamos en su momento que iba a volver al Barça. La expectativa era muy grande. Pero bueno se le ve muy feliz, con unas ganas y una fuerza interior muy alta. Ganar el Mundial fue importante en su carrera, porque era el único logro que le faltaba. Y ahora está en un momento de su carrera para disfrutar y seguir deleitándonos. Me da alegría verlo tan bien. 

Unos meses antes Argentina fue campeona del mundo, ¿dónde viste la final? ¿Con que recuerdo te quedas del Mundial?

La final del Mundial la vi en... justo nos pusieron un partido de Liga; fue uno de los últimos del campeonato y era a las cuatro de la tarde. No lo olvidaré nunca. Jugábamos justo a la misma hora y estaba totalmente enloquecido. Imagínate: tener los dos partidos. Primero el nuestro y después ir escuchando el otro; me iban pasando el resultado y tenía unos nervios tremendos [sonríe]. Después terminó el partido de Argentina, fueron al alarge y penales y pude verlo con todos los chicos, con toda la gente en el vestuario y todos queríamos que ganara Argentina. Y realmente terminó de la mejor manera: fue una felicidad indescriptible para los argentinos. Hacía tanto que esperábamos y claro por Leo. 

Messi siempre menciona a Aimar como referente. Tú lo conoces bien, ¿por qué crees que se convirtió en el ídolo de Leo?

Para mí fue el mejor socio que tuve nunca en la cancha. Aimar era espectacular. Lo mejor que vi en un campo de juego: cambio de ritmo, visión de juego, velocidad mental; nosotros solo con vernos ya sabíamos lo que tenía que hacer el otro. Y bueno Leo también: ve en la cancha algo fuera de lo normal, algo espectacular, distinto. Y luego hay que destacar también lo que son como personas. Tanto Leo como Pablo se parecen un montón. En humildad, en perfil bajo... sabemos que nunca venden humo. Creo que por eso Leo se fijó tanto en Pablo y van de la mano.