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Los jugadores más veteranos del Barça, irritados por caer en la trampa del Real Madrid

Los pesos pesados del vestuario creen que pecaron de inocentes en el Clásico

Gündogan pidió más autocrítica con unas contundentes declaraciones

El 'palito' de Gündogan tras el Clásico: "Me gustaría ver más enfado en el vestuario"

Gündogan hizo autocrítica en zona mixta tras la remontada del Real Madrid en su primer Clásico  / LaLiga TV

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

No hay alarmismos en el Barça. Ni siquiera ha terminado el mes de octubre y cuatro puntos de distancia respecto al Real Madrid no son 'nada'. El mensaje es claro: hay que seguir trabajando porque es a partir de febrero cuando esto va en serio. Dicho análisis no quita, sin embargo, que en el vestuario azulgrana haya irritación por lo ocurrido este sábado en el Clásico. Varios de los jugadores más experimentados coinciden en su diagnóstico: faltó un punto de madurez a partir del minuto 60.

En el vestuario hay satisfacción por cómo salió el equipo al césped. El Barça mostró unos niveles de concentración, intensidad y juego óptimos. El 'problema' fue que tras 55 minutos muy buenos, el rédito era solo de 1-0. Dos postes evitaron lo que habría supuesto el 2-0, pero la fortuna también juega y esta decidió dejar el Clásico abierto. Algunos de los jugadores más experimentados consideran que el equipo debió mostrar mayor inteligencia a la hora de afrontar la última media hora.

Con 1-0 en el marcador, hay quienes creen que el Barça cayó en la trampa. Esos mismos destacan la mala suerte que supuso encajar el empate de Bellingham en una acción totalmente aislada, aunque consideran que a partir de ahí echaron de menos un punto de pausa para tener posesiones largas y controlar el partido. No es la primera vez que a los azulgranas les falta balón para minimizar los posibles accidentes.

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Desorden y poca pausa tras el 1-1

Por otro lado, el bajón a la hora de presionar tras perder el balón llevó al equipo a ceder metros. Y, eso, combinado con la entrada de jugadores verticales como Raphinha o Lamine Yamal en el último cuarto de hora llevó al Barça a desprotegerse. Las distancias entre líneas se agrandaron y el elenco azulgrana no supo recuperar el orden perdido.

Fuentes del vestuario insisten en señalar el mucho daño que hizo el 1-1 de Bellingham y recuerdan que, mientras el Real Madrid pudo dar entrada a Modric en el segundo tiempo, jugadores clave en la medular como Frenkie de Jong o Pedri no estaban disponibles. No son excusas, pero la ausencia de ambos privó al Barça de una gran dosis de criterio con la posesión.

Las mejores imágenes de la primera mitad del clásico entre FC Barcelona y Real Madrid

Las mejores imágenes de la primera mitad del clásico entre FC Barcelona y Real Madrid / Valentí Enrich

Gündogan no se muerde la lengua

Tras el envite, Ilkay Gündogan sorprendió con unas declaraciones en las que pidió al grupo "más enfado en el vestuario tras un partido tan importante". "No vine aquí para perder este tipo de partidos o permitir que se abran este tipo de brechas", dijo el teutón. "Esto es parte del problema, tienen que aflorar las emociones cuando pierdes. Y cuando abes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones", avisó.

Hay que recordar que la plantilla actual del Barça supone una mezcla entre jugadores con mucha experiencia y jóvenes talentos que todavía necesitan vivir más situaciones de todo tipo para alcanzar el bagaje que sí tienen los Gündogan, Íñigo Martínez, Lewandowski, Ter Stegen y compañía.

Unión y mensaje constructivo

Este domingo, a pesar de que el ánimo seguía algo decaído, el grupo tuvo una pequeña charla en la que se admitió la necesidad de mejorar algunos aspectos pero sin menospreciar el gran trabajo del equipo durante los primeros 60 minutos de juego. Se insistió en la idea de seguir por el mismo camino y se puso en valor el esfuerzo de la plantilla ante un tramo delicado de curso. Algunos llevan mucho 'tute' sin descanso, mientras que otros han apretado en la recuperación de sus respectivas lesiones para ayudar. El vestuario del Barça rema en una sola dirección y de puertas hacia dentro ven incluso sano y positivo que los pesos pesados se piquen cuando no se obtienen los resultados esperados.