Joao Félix, genio ante la 'cacería' del Atlético de Madrid

Joao Félix firmó uno de sus mejores partidos con la camiseta del FC Barcelona. El portugués marcó el gol de la victoria culé con una vaselina marca de la casa, picadita suave con la pierna izquierda a la salida de un gigante Jan Oblak que se hizo pequeñito ante la genialidad de 'O menino'.

El partido del año para Joao Félix

Joao Félix, además, no se cortó a la hora de celebrar el tanto. Si en las horas previas la posible polémica había llegado al debate público, el portugués pasó de habladurías y se lanzó a la valla publicitaria para abrir los brazos y reclamar la ovación de crack que se merecía. Una celebración a la altura del gol que vale mucho más que los tres puntos que suben a la tabla azulgrana, ya que restan a un rival directo por el título y mantienen al cuado de Xavi en la lucha con Real Madrid y Girona.

La actitud de Joao fue inmejorable desde el punto de vista culé, mostrando carácter a la hora de encarar y con una finura especial en comparación a otros partidos. Ese extra de motivación, sin embargo, no gustó para nada en las filas del Atlético de Madrid. Sus excompañeros tenían guardada la matrícula del portugués, que fue objeto continuo de entradas a destiempo, agarrones y golpes.

TODOS A POR ÉL

La primera con riesgo de lesión fue obra de Witsel, que no dudó en soltar la pierna cuando el portugués se giraba para generar superioridad en tres cuartos del campo, aunque la que más protestó la parroquia culé y el propio Joao Félix fue el penalti que Sánchez Martínez no quiso ni pitar en directo ni dignarse a revisar en el monitor del VAR.

Joao percutió en el área pequeña cual killer para rematar el centro atrás de Ilkay Gündogan, y tras tocar suavemente el balón que paró un inspirado Oblak recibió el pisotón en el tobillo derecho de su excompañero Mario Hermoso, que en el momento se olvidó de compañerismos para clavar sus tacos en el portugués.

Lejos de achantarse ante los colchoneros, 'O Menino' se encaró al final de la primera mitad con Giménez, que llegó a espetarle un "¿Quieres pelea?" tras tumbarle en un mano a mano en la defensa de un córner. La sangre no llegó al río.

Ya en la segunda mitad, Azpilicueta, recién entrado, se fue a por el tobillo del crack en más de una ocasión. En la primera vio amarilla, pero salió impune en las siguientes, ante un Cholo Simeone que encima acusó al portugués de piscinero. Joao aguantó, y abandonó el campo en el 75' por Ferran Torres tras sentir los isquios un poco cargados por la guerra que acababa de vivir.

El portugués contestó en el campo, y mostró templanza ante el micrófono: "¿Marcar al Atlético? Al final fue un alivio por lo que viví en el último verano, solo los que estaban cerca de mí saben lo que ha sido y va por ellos.". Ahí queda. Noche de crack.