Bellerín: "Los futbolistas deberíamos ser los que más impuestos pagáramos"

"Cada vez hay más distancia entre los futbolistas con el aficionado de toda la vida"

"Firmé con el Barça por 500.000 euros por que mi situación económica me permite disfrutar de lo que quiero"

Héctor Bellerín es un futbolista con inquietudes sociales

Héctor Bellerín es un futbolista con inquietudes sociales / EFE

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Héctor Bellerín regresó este verano al Barça procedente del Arsenal. El lateral hizo un esfuerzo económico para volver al club que le vio nacer fubolísticamente. Su concurso no ha pasado de testimonial, puesto que solo ha podido alinearse en tres partidos en lo que llevamos de curso, pero su personalidad está dejando huella en el vestuario blaugrana. En una entrevista al diario 'ARA', el catalán muestra su lado más social y reivindicativo. Una rara avis en un mundo repleto de lujos y en el que la mayoría de sus compañeros pierden la noción de la realidad.

Bellerín invitó a sus compañeros ha ser más solidarios con una sociedad en la que aún hay muchas personas que viven con muchas dificultades. "Los futbolistas somos las personas que más impuestos tendríamos que pagar. Yo vengo de una familia en la que había meses que teníamos que hacer lo imposible para poder comer. Continúo viviendo con gente así, con amigos, amigos de la familia. Todo el mundo quiere ganar más dinero para estar más cómodo, pero con lo que yo gano creo que tienes que pensar ya no solo en tu entorno, sino en la sociedad, donde hay situaciones muy precarias. Los futbolistas estamos en una posición muy privilegiada. Nos lo hemos trabajado y hemos hecho muchos sacrificios, pero tenemos que ser conscientes de lo que tenemos, de dónde venimos, y tendríamos que ser los primeros en querer ayudar a la estabilidad de nuestra sociedad. Pero entiendo que haya compañeros que puedan pensar diferente".

El lateral reconoce que en sus inicios también perdió de vista la realidad: "Lo primero que hice cuando aterricé en un vestuario con profesionales fue comprar un necesser Gucci, como tenían muchos de mis compañeros, pero ya hace muchos años que me deshice de él. Entiendo que esto pase porque lo he vivido, pero pienso que los futbolistas estamos perdiendo la relación con el aficionado. Hay muchas cosas que nos separan de la gente, y esto antes no pasaba. Somos muchos los jugadores que venimos de familias humildes, que no teníamos nada. Los futbolistas estamos deshumanizados, en una burbuja".

El futbolista considera que esta actitud ha apartado a los futbolistas de los aficionados: "El fútbol tiene que ser auténtico y para los aficionados, accesible a todo el mundo. Soy crítico con la situación del fútbol moderno porque cada vez hay más distancia con el aficionado de toda la vida"

Bellerín se definió como un ciudadano de izquierdas: "Sí. No tengo nada que esconder. Para mí lo más importante es que haya una sociedad que vaya hacia adelante, que quiera compartir y que nos ayudamos los unos a los otros. También es cierto que me siento un poco apolítico porque me cuesta encontrar una afiliación que de verdad cubra todo lo que quiero englobar como persona". Y le gustaría que su manera de ver la vida fuera compartida por más compañeros: "Me gustaría ver un poco más de activismo por parte de los jugadores, pero entiendo que también es difícil.

El lateral del Brça explicó que "me gusta leer la prensa. También escucho la radio cada mañana cuando voy a entrenar. Hablo mucho de política con mi padre y trato de tener conversaciones importantes con mis amigos, y no conversar sobre el tiempo que hace. Me gusta quedar con la gente al atardecer, después de trabajar, y hablar sobre lo que pasa fuera de nuestra burbuja de futbolistas. Quiero saber como vive la gente su día a día".

Y confirmó que firmó por el Barça por una ficha de solo 500.000 euros, prácticamente el mínimo salarial que impone la Liga: "Sí. Hoy en día lo que me preocupa es jugar a fútbol al más alto nivel. Tengo la suerte de que hace muchos años que me dedico a esto y estoy en una situación económicamente cómoda que me permite disfrutar de lo que yo quiero. Al final, no necesitamos tanto como nos pensamos y yo vivo una vida muy normal. Mis prioridades no se basan en una cuestión económica".