La anomalía del Barça con Argentina

Es inexplicable que el Barça no cuente con ningún top-50 argentino en su plantilla: los blaugranas no tienen representación ni en la Albiceleste absoluta ni en la olímpica

El departamento de scouting realiza un trabajo impecable de detección de talento, pero el club peca de innacción y lleva demasiados años sin ejecutar las recomendaciones

Mural de Messi en Rosario

Mural de Messi en Rosario / EFE

Joaquim Piera

Joaquim Piera

En esta fecha FIFA, Argentina ha convocado a más de cincuenta internacionales entre la selección absoluta campeona del mundo, que ha disputado dos amistosos en Estados Unidos y la sub-23, que dirige Javier Mascherano y que ha estado concentrada en México, perfilando su participación en los Juegos Olímpicos de París. El Barça no tenía ningún representante.

De hecho, el único futbolista blaugrana seleccionable es el Pocho Román, que actúa en el filial de Rafa Márquez, unamuy buena incorporación con un presupuesto low cost ejecutada en el mercado de invierno de 2023.

La teoría dice que el Barça debe plantearse tener los mejores futbolistas del planeta, sin importarle en demasía la nacionalidad, Los foráneos tienen que aportar el valor añadido o un perfil que se alcance con una base formada y moldeada en La Masia.

No obstante, a nadie se le escapa que Argentina junto a Brasil son los dos mayores productores y exportadores de talento. Y que el Barça, en 2024, no tenga ningún top-50 argentino no deja de ser una anormalidad. También lo fue que la Argentina campeona en Qatar 2022 tampoco tuviera ningún blaugrana, por mucho que el barcelonismo viera (y siempre verá) a Leo Messi como uno de los suyos y celebrara su triunfo como si fuera propio.

Y si miramos más hacia atrás, nunca se entenderá que Leo terminara en el vestuario blaugrana sin ningún compatriota. Estaba solo desde que se fue Mascherano. Después se intentó tarde y mal con el Kun Agüero. El club falló en lo que Guardiola avisó cuando se fue: se debía crear un ecosistema para el mejor jugador que nunca se tuvo.

La gestión blaugrana en el mercado argentino, que es donde debe ir a detectar y atar talento antes de cruzar el charco, es una concatenación de errores por inacción, que se arrastra desde hace demasiado tiempo y que afecta a varios directores deportivos, secretarios técnicos, directores generales e, incluso, presidentes. 

Lo escenifica que futbolistas con perfil Barça como Lautaro Martínez (26 años), Lo Celso (27 años), Julián Álvarez (24 años), Enzo Fernández (23 años), o jóvenes de la última hornada como Valentín Barco (19 años), que en enero dejó el Boca Juniors por el Brighton, o Claudio Echeverri (18 años) se hayan escapado.

De nada, sirve tener un equipo de scouting de primer nivel que realiza su trabajo de forma ejemplar e impecable, si no se ejecutan las recomendaciones. El talento está detectado.

Reconstruir deportivamente el Barça también implica recuperar el prestigio, el protagonismo y el poder de acción en Sudamérica donde se pone todo a la venta por razones económicas, deportivas y aspiracionales de los propios futbolistas. Y, claro, el foco siempre se tendrá que poner en los dos mercados prioritarios, el argentino y el brasileño.