El Magdeburgo vuelve a acabar con las ilusiones del Barça

El cuadro alemán forzó la prórroga en el último ataque y se clasificó en los penaltis para la final de la Champions

Richardson, Wanne y un cojo Dika Mem fallaron tres penaltis idénticos y tampoco marcó el suyo Fàbregas

Kristjansson encara al azulgrana Thiagus Petrus

Kristjansson encara al azulgrana Thiagus Petrus / EFE

David Rubio

David Rubio

La maldición del Magdeburgo sigue vigente y el conjunto alemán ha vuelto a noquear al Barça, esta vez en la tanda de penaltis (38-38) en una igualadísima semifinal de la Champions que deja a los de Carlos Ortega sin opciones de conquistar el título por duodécima ocasión y tercera consecutiva.

Fue una derrota dolorsa por la forma cómo se produjo, con cuatro penaltis fallados en una de las peores tandas que se recuerdan. Cosas del deporte, porque hace un año los lanzamientos de siete metros dieron al cuadro catalán su undécima Champions. SIn embargo, los alemanes volvieron a cruzarse en el camino al igual que en las dos últimas finales de la Super Globe.

Por tanto, el conjunto germano se medirá en la final de este domingo a las 18.00 horas al Barlinek Industria Kielce de la familia Dujshebaev, que ha derrotó por 24-25 a un PSG marcado por las urgencias históricas y por la baja de su veterano emblema Nikola Karabatic que lucharápor la tercera plaza a las 15.15 hoars con los barcelonistas.

En el bando blaugrana se disputaban el último puesto en la convocatoria el elegido Haniel Langaro tras su larga lesión y los descartados Artur Parera y Pol Valera. En el conjunto alemán la única baja fue el islandés Omar Ingi Magnusson, ya que finalmente Bennet Wiegert pudo contar con los recientemente recuperados Magnus Saugstrup, Gisli Kristjansson, Oscar Bergendahl e incluso con un Philipp Weber que parecía condenado a perderse la Final a Cuatro.

Los primeros minutos fueron eléctricos, con un extraordinario Michael Damgaard que anotó cinco de los primeros 10 goles de su equipo incluidos dos rechaces tras pardas de Emil Nielsen, quien inició el partido dejando en el banquillo a Pérez de Vargas. En el Barça el contrapeso lo ejercía Aleix Gómez con cuatro tantos que lo situaban a seis de igualar al exblaugrana Kiril Lazarov (68) como máximo realizador de la historia de las Finales a Cuatro.

El marcador se movía con empates y con ventajas de un gol para cada equipo al paso por el 10' (5-6) y tras el primer cuarto de encuentro (9-9) con la mala sensación de que las paradas de un notable Nielsen no se aprovechaban por culpa de os rechaces. Hasta seis cedieron sus compañeros en la primera parte.

A partir de ahí, Thiagus Petrus empezó a imponer su ley en defensa sacando dos faltas en ataque y liderando la primera escapada azulgrana (11-13, min. 23) con un inspirado N'Guessan en ataque. Sin embargo, los tantos de Kay Smits y Magnus Saugstrup más una gran parada de Portner a Aleix Gómez permitieron al Magdeburgo atacar para dar la vuelta al marcador.

No lo lograron y la espectacular irrupción de Domen Makuc con tres golazos seguidos fue clave para que el Barça mantuviese a raya a un rival que apretaba en defensa y complicaba los ataques del todavía campeón europeo. Al descanso, un ilusionante 16-18 que no tenía nada que ver con el 19-16 adverso de la Super Globe de 2021 ni con el 21-17 de la pasada.

Damgaard hizo mucho daño a la defensa azulgrana

Damgaard hizo mucho daño a la defensa azulgrana / EFE

El Barça regresó muy bien de los vestuarios y se marchó por tres goles (18-21), pero todo cambió como de la noche al día con un parcial de 5-1 con excelentes intervenciones de Portner entre los palos y con una durísima defensa que contó con la aquiescencia arbitral. Muy malos los árbitros. Peores para los el Barça pero indignos de una semifinal de la Champions.

Los alemanes tomaron dos goles de renta en el 43' (24-22) y para entonces ya se había ido al banquillo Dika Mem con dolores en una pierna. Con 25-23 los islandeses 'echaron' una mano con la exclusión de Saugstrup cuando pudo ser falta en ataque de Janc. El canterano Aleix Gómez no transformó el penalti y el partido seguía cuesta arriba a 10 minutos del final (26-25).

Ortega arriesgó con un Dika Mem medio cojo y una defensa 3-3. A base de remar a contracorriente, el Barça recuperó la delantera en plena ebullición de N'Guessan con un tanto de Wanne a 4:45 del final (29-30) y ahí el partido se paró por el golpazo enorme que recibió Kristjansson a falta de 3:55.

Metido también a atacar por la lesión del islandés, O'Sullivan empató a 1:45 del final (30-30) con Dika Mem cojísimo. Ortega lo quiso cambiar, el galo pidió seguir y se quedó en el banquillo tras un tiempo muerto. Aleix Gómez atrapó el rechace de Portner y anotó el 30-31. Había que defender una vez, Wiegert paró el partido y Kay Smits envió la semifinal a la prórroga (31-31) como en la última final de la Super Globe.

La polémica jugada que podría haber cambiado el resultado del Barça en la Champions

La polémica jugada que podría haber cambiado el resultado del Barça en la Champions / DAZN

En la primera parte del tiempo extra Bezjak fue una pesadilla y los alemanes se fueron con dos goles de renta (35-33) tras el enésimo gol después de rechace. ¿Pero cómo es posible una y otra vez? Sin árbitros por su incapacidad para pitar entre Janc y N'Guessan situaron el empate a un minuto del final (38-38) y todo se decidió en los penaltis.

Y ahí reinaron los alemanes después de que Melvyn Richardson, Hampus Wanne y Dika Mem fallasen tres lanzamientos idénticos, picando la bola que se perdió por encima del larguero. Con fiesta 'verde' en las gradas, el Magdeburgo volvió a ser la 'bestia negra' del Barça.