La remontada del Barça se quedó en el limbo ante la 'bestia negra'

Al igual que la temporada pasada, el Barça perdió el título de la Super Globe al caer en la final ante el Magdeburgo

El equipo de Carlos Ortega resurgió cuando perdía por 22-16 y forzó la prórroga (35-35), pero cayó por 41-39

David Rubio

David Rubio

Pese a un excepcional último tercio de encuentro en el que llegó a levantar una desventaja de seis goles, el Barça ha caído este domingo en la prórroga de la final de la Super Globe por 41-39 contra un SC Magdeburg ante el que ya cayó el año pasado en la misma cita. Pese a ello, la imagen fue otra muy distinta y el equipo mereció más con una reacción de campeón cuando peor estaba la situación con 26-20 ya en la segunda parte.

SC Magdeburg - Barça (balonmano, final de la Superglobe), 23/10/2022

SUPER GLOBE

41
39
Alineaciones
SC MAGDEBURG, 41
(21+14+3+3): Nikola Portner (p.), Omar Ingi Magnusson (12, 6p.), Magnus Saugstrup (5), Christian O'Sullivan (2), Marko Bezjak, Lukas Mertens (6), Daniel Petterson (6) -siete inicial-, Mike Jensen (p.s.), Lucas Meister, Gisli Kristjansson (6), Phillipp Weber (1), Michael Damgaard y Tim Hornke (3).
BARÇA, 39
(17+18+3+1): Pérez de Vargas (p.), Luka Cindric (1), Ludovic Fàbregas (7), Dika Mem (5), Timothey N'Guessan (3), Blaz Janc (5), Aitor Ariño (2) -siete inicial-, Emil Nielsen (p.s.), Thiagus Petrus, Haniel Langaro (1), Melvyn Richardson, Aleix Gómez (10, 4p.), Luís Frade, Jonathan Carlsbogard, Hampus Wanne (5, 5p.) y Domen Makuc.

Y lo cierto es que la primera parte se pareció demasiado a esa final de 2021, con un cuadro alemán que atacaba a placer bajo la batuta de un genio de 25 años llamado Omar Ingi Magnusson. El islandés, uno de los mejores jugadores del planeta y llamado a ser el número uno alternaba goles con asistencias y con la imposición del ritmo adecuado en cada momento para terminar con 12 goles y como gran estrella del encuentro.

Los tantos iniciales de los galos N'Guessan (0-1) y Dika Mem (1-2) dieron las dos únicas ventajas a los azulgranas. No tardó el Magdeburgo en poner la directa con un ataque rapidísimo y circulaciones perfectas que creaban superioridades para que el puñal Daniel Pettersson aprovechase la superioridad para marcar desde el extremo derecho un gol tras otro. Con un parcial de 7-2, los alemanes se situaron 8-4 y obligaron a parar el partido a Carlos Ortega.

Sus indicaciones se tradujeron en una notable mejoría, aunque a Gonzalo Pérez de Vargas le costaba entrar en el partido (nada que ver con su gran semifinal contra el Kielce) y Luka Cindric se estrellaba una y otra vez contra el 6-0 adelantado que planteó el exlateral izquierdo Bennet Wiegert. Así, un golazo de Blaz Janc situó un 9-8 que parecía invitar a un cambio de dinámica.

Nada de eso sucedió. Nikola Portner, el hijo del mítico exblaugrana Zlatko (falleció en 2020), cerró a cal y canto sus dominios y la irrupción del deseado Magnus Saugstrup (como recambio de Fàbregas) en el pivote devolvió los cuatro goles de renta para los campeones de la pasada edición (16-12, min. 24).

Los últimos seis minutos fueron una sucesión de tantos en ambas porterías, con un Barça que encontró el camino en ataque pero se mostraba incapaz de frenar a un Magnusson que soltaba la pelota en cuanto veía el dos contra uno para que su compatriota Gisli Kristjansson firmase dos golazos y cerrar el primer acto con un doloroso 21-17.

No es de recibo encajar 21 goles en 30 minutos si de verdad se quiere optar a conquistar un título tan importante como la Super Globe y menos con cuando está enfrente un rival tan sensacional como el actual campeón de la Bundesliga. El equipo estaba deseando que llegase la final para vengarse de los germanos y lo terminaría demostrando, pero no le bastó.

Por desgracia para el Barça, el partido regresó igual que finalizó la primera parte, con otros dos goles del islandés Kristjansson que dejaron el marcador en un preocupante 23-17 con posesión para los alemanes. No anotaron, pero la desventaja no se redujo ni con tres tantos seguidos de Fàbregas (26-20 y nuevo tiempo muerto de Ortega).

Al igual que en la primera parte, el tiempo muerto surtió efecto y el Barça redujo de inmediato su desventaja a menos de la mitad con los tantos de un gran Fàbregas, de un Ariño que se multiplicaba también en el 5-1 defensivo (gran acierto de Ortega) y dos de un enrachado Aleix Gómez. Con 27-25 a 18 minutos del final, era el momento de dar otro empujón.

Y el Barça lo dio. Otros dos tantos del sabadellense posibilitaron el empate (28-28) y hubo dos ataques para culminar la remontada, pero no se aprovecharon en pleno festival de Emil Nielsen en la portería sin olvidar a Haniel Langaro provocando penaltis sin solución de continuidad.

En esas remontadas incompletas el rival acaba reaccionando y los alemanes recuperaron los dos goles tras un robo de Saugstrup a Dika Mem con 33-31 a seis minutos del final. Pese a ello, un descomunal Nielsen permitió un nuevo empate (34-34) y otro ataque para adelantarse que no aprovechó Ariño a 1:50 del final.

Un pase mágico de Magnusson a Mertens, un gol de penalti de Wanne (lo provocó Fàbregas) y una parada de Nielsen en un lanzamiento a la desesperada llevaron el partido a la prórroga con 35-35. Excelente para como estaban las cosas.

Thiagus Petrus espera en defensa a Magnusson

Thiagus Petrus espera en defensa a Magnusson / TWITTER

Tras sendos fallos de Fàbregas y de Blaz Janc, por fin el Barça se situó por delante con un tanto de penalti seguido tras una valiente acción del ex del Kielce. El sueco Hampus Wanne lo aprovechó y los azulgranas ganaban por 36-37 (min. 63:35), algo que no sucedía desde el 2-3. Y lo hizo con Janc como central en una variante que encanta a Ortega.

Un fallo de concentración permitió a Kristjansson (partidazo) empatar sobre la bocina al final de la primera parte de la prórroga (38-38). Un paradón de Portner ante Aleix Gómez en una contra, otro ante Hampus Wanne en una pena máxima y la reaparición de Magnusson fueron letales para un Barça que terminó cayendo con todos los honores por 41-39.