Las cinco cosas que odio del coche en verano

El verano trae consigo sol, playa y vacaciones. Así, no habría motivo alguno para detestar los meses más calurosos del año. Sin embargo, en cuanto al coche se refiere, la mejor época para conducirlo es la invernal, sin duda. De hecho, durante el verano, existen un conjunto de circunstancias que nos pueden hacer odiar nuestro "queridísimo" coche. 

El típico tópico que cuenta que cuando algo acaba en mal estado o sucio es porque te lo has pasado bien, puede ser cierto. No obstante, desde Motor Zeta creemos en la posibilidad de pasarlo genial sin que nuestro coche acabe inundado de arena de playa a causa de haberlo aparcado en cualquier lugar inadecuado u otras muchas situaciones poco agradables (por no decir 'nada'). Aun así, siempre debemos mantener una actitud positiva que nos ayude a pasar estos momentos de la mejor manera posible.

INSECTOS. El verano, es lo que tiene. Los insectos voladores forman parte de nuestras vidas cotidianas, y más durante la época estival. Además, el hecho de bajar la ventanilla de nuestro vehículo más a menudo que en invierno, invita a los bichos a entrar en el habitáculo. Pero ojo, porque no estamos hablando de cualquier tontería, ya que el hecho de intentar sacar un insecto del coche mientras se conduce, puede ocasionar graves accidentes debido al despiste que causa en carretera.

ARENA DE PLAYA. A todos nos gusta tener el coche limpio. Pero, durante el verano, parece prácticamente imposible conseguir dicho objetivo. La constante arena de playa que llevamos en nuestros pies después de pisar la playa e, incluso, el simple hecho de aparcar el coche en zonas arenosas llena nuestro vehículo de tierra. Nuestro consejo es que intentes aparcar en lugares sin arena, aunque muchas veces eso signifique caminar más para llegar a la zona de playa.

CAMBIO DE CARRIL EN CARAVANA. En este caso, no es una situación que odiemos de nuestro propio coche, sino del de los demás. O, más bien, del comportamiento de los otros conductores en carretera. Los atascos (que también odiamos) suelen ser habituales en época estival, por lo tanto deberíamos intentar llevarlos lo mejor posible y, sobre todo, no molestar a los demás usuarios que seguramente estarán tan agobiados como tú. Y una de las actuaciones más molestas es el cambio de carril constante que llevan a cabo algunos conductores.

QUEMARTE CON EL CINTURÓN, VOLANTE, ETC. En una escala del uno al diez, los objetos del coche como el cinturón o el volante obtendrían un 100 si hablásemos de la temperatura a la que llegan en verano. Una de las sensaciones más desagradables es entrar en el coche después de que éste lleve horas aparcado al sol, pero esta sensación se incrementa cuando te quemas con el volante o con la pieza metálica del cinturón que, en días de mucho calor, parece haber salido del mismísimo infierno.

MOMENTO ENTRE ENCENDER EL AIRE ACONDICIONADO Y QUE EMPIECE A HACER EFECTO. Siguiendo con el punto anterior, nuestra peor pesadilla es entrar en el coche cuando sabemos que va a estar ardiendo. En ese momento, lo único que deseamos es poner el aire acondicionado, pero se nos olvida que el habitáculo tarda unos minutos en climatizarse. Ese incómodo momento en el que no sabes si abrir la ventanilla (aunque entonces tarde más en hacer efecto el aire acondicionado) o no será una de las decisiones más complicadas a las que te enfrentarás este verano, sin ninguna duda.