Alcaraz vive su particular noche de Halloween en París

Volvía Carlos Alcaraz a la acción en París-Bercy veinte días después de su último partido en Shanghái, y eligió la peor de las noches para hacerlo. El Accor Arena representó la viva imagen de la noche de Halloween para un Alcaraz que no había sumado un resultado peor en toda la temporada.

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No encontró el ritmo al partido en ningún momento y dio vida a un Roman Safiullin que venía muy rodado a la cita. El ruso había superado ya tres citas en las pistas de París-Bercy, los dos duelos de la fase previa y la primera ronda ante Muller, y supo imponer su rodaje ante un Alcaraz falto de ritmo de bola y de partido en todo momento.

El bote de la bola se le atragantó de tal manera que la tónica del partido fueron los errores en los golpes cruzados de un Carlitos que se despide demasiado pronto de París y del todo de su gran objetivo para final de año, el de recuperar el número uno del mundo.

Y eso que Safiullin empezó regalando su servicio muy pronto, aunque lo devolvió acto seguido el español. Del 2-1 arriba para Carlos, se pasó al 2-5 para el ruso, con el tenista de El Palmar dejando muestras de desesperación al no encontrar el tono que requería el partido que proponía el ruso. Se entonó de manera peligrosa un Safiullin que cerró el set sin problemas.

Parecía que era un mero susto lo vivido en el primer set para Alcaraz, que arrancó bien al servicio y rompió de nuevo bien pronto para tomar una ventaja, que al igual que en el primer set, regalaría acto seguido. Se endureció el partido y el ruso puso una marcha más que fue imposible de igualar para un Alcaraz que iba viendo como se le acababan las ideas.

Pocos puntos a los que nos tiene acostumbrados pudo celebrar Carlitos que pese a intentarlo, no pudo encontrar la solución al día más negro de la temporada. Repitió el guion Safiullin, que tras romper de nuevo el servicio del murciano, sentenció con su servicio para no dejar escapar ya la ventaja hasta el final del partido.

Alcaraz se despide de su torneo maldito, el mismo en el que se lesionó la temporada pasada y le apartó del tramo final de temporada. Esta vez, a las primeras de cambio, volviendo a sembrar dudas sobre su estado antes de afrontar por primera vez las Finales de la ATP.

Turín aparece marcado en rojo en el calendario en apenas dos semanas y mucho deberá mejorar Alcaraz si quiere poder tener opciones de competir en una cita tan exigente como lo es el torneo que reúne las ocho mejores raqueta del año.