Reflexiones improbables de personajes imposibles

Qué bien sienta haber vuelto a casa por Navidad, querido diario. Cómo lo echaba de menos. Todo menos esta rasca, claro. Y la lluvia, qué locura. Aún tiemblo pensando en el día del Benfica. Por no hablar de Múnich, donde nos cayó una buena (y también nevó). Europa nos deja tiritando. Y yo sin paraguas.

Pediría uno, pero cada vez que insinúo salir a comprar, me dicen que tire con Coutinho y Dembélé. Pero, estos dos, para el invierno no sirven: tapan poco y a uno lo dejan muy frío. Y yo, mientras, aguantando el chaparrón.

Yo, que nunca he sido mucho de mojarme, sobre todo cuando me preguntan por Catar. Normal que acabe los partidos encabronado. Mi cara de mala leche ya es un meme viral. En eso sí que somos un referente. Porque vaya club nos ha quedado, ¿eh? Ni rastro de cruyffismo. Sacar el balón jugado es más difícil que despeinarme. Ya no queda ni el apuntador.

Bueno, está Ter Stegen, casi tan bueno con las manos que con los pies, o Piqué, casi tan bueno con las manos que con los pies. Y qué decir de Busi, que parece que vuelve a tener 25 años. Será el efecto Xavi… O el efecto Alves. Sí, el bueno de Dani ha vuelto (no sé si habéis visto algo sobre el tema en las redes sociales del Barça) y gracias a su llegada todos nos sentimos más jóvenes.

Tampoco viene mal que suba la media de edad, porque ahora que ya no me sacaban el tema de Catar, ya temía que empezaran a cuestionarme por promover el trabajo infantil. Sí, aquí se apuesta por los jóvenes. Por chavales serios, comprometidos, disciplinados. Y también por Riqui Puig. ¿Que algunos son bajitos? ¿Y qué? A mí la única altura que me importa es la del césped (jeje, la típica broma).

Y el Camp Nou es una alfombra, eh. ¿Lo quieren reformar? Yo lo veo perfecto. Las gradas sí que están un poco destartaladas. Pero mientras no se puedan llenar por las normas COVID, vamos tirando...

Una lástima que 30.000 personas se queden sin poder venir cada finde, pero hay que seguir las reglas. Porque la norma todavía la mantienen, ¿no? Si somos cuatro gatos es porque hay aforo limitado, ¿no? Con la que está cayendo, solo faltaría que la afición, encima, pasara de nosotros. Nah, no lo creo; la gent del Barça nunca nos abandonaría… ¿no?