El Real Madrid sigue abonado a las grandes gestas en la Champions

Es oír el himno de la Champions y el Real Madrid se transforma, como volvió a demostrar ante el Liverpool en Anfield el pasado martes. En las últimas temporadas sus épicas remontadas han dado la vuelta al mundo, en especial en la edición pasada, en la que fue eliminando a los grandes favoritos a llevarse el título derribándolos como si fueran fichas de dominó. Ayer en Anfield volvió a sacar esa fuerza interna para dar un revolcón al Liverpool en un escenario que impresiona, endosándole la mayor derrota cosechada en Anfield en su dilatada trayectoria en la Liga de Campeones.

El equipo blanco ha ganado cinco Champions en nueve años, para sumar 14 en su historia, el doble que el Milán, el segundo en el ránking. Muchas de ellas sin ser favorito, incluso la del año pasado, en el que los ‘entendidos’ le situaban sexto o séptimo aspirante por detrás del PSG, Chelsea, City o Liverpool, a los que fue eliminando uno a uno con remontadas indescifrables. Daba lo mismo que los blancos rompieran todos los registros años antes ganando tres títulos consecutivos, que esos eruditos no daban un duro por él.

SOLO LO HACE EL REAL MADRID

Decía Guardiola en su comparecencia de prensa en la previa del encuentro de hoy ante el Leipzig, que “las Champions no se puede ganar todos los años, a menos que seas el Real Madrid”. Un piropo en la línea de Franz Beckenbauer, cuando dijo que “para ganar la Champions hay que tener un gran equipo, un gran entrenador… y ganar al Real Madrid”. Los blancos se transforman cuando todo va mal, y ni la Ley de Murphy puede con ellos. Esa que dice que cuando las cosas van mal, pueden ir peor.

Ante el Liverpool los seguidores madridistas se movían inquietos y preocupados cuando Salah marcaba el 2-0 a los 14 minutos. “Si falla Courtois, apaga y vámonos”, se podía leer en las redes al poco de encajar los goles. Pero la leyenda blanca se cimenta precisamente en esos momentos, cuando todo parece perdido aparecen sus jugadores para cuestionar al sentido común. En esta ocasión le tocó a Vinicius impulsar la máquina blanca para empatar el partido y acabar aplastando a un rival que ya jugó a lo que quisieron los de Ancelotti.

LA ‘CATORCE’ FUE ÉPICA EN REMONTADAS

Pero no es la primera vez, el año pasado lo hizo con el PSG superando un 0-2 a 30 minutos del final con un hat-trick de Benzema que enloqueció al Bernabéu para pasar a cuartos de final por un global de 3-2. El siguiente fue el Chelsea en una eliminatoria extraña porque ganaban 1-3 en Stamford Bridge para ver como los blues ganaban 0-3 en el Bernabéu a 12 minutos del final que les dejaba fuera. Rodrygo empataba la eliminatoria al borde del tiempo reglamentario y Benzema la finiquitaba en la prórroga para meterse en semifinales con un 5-4 entre ambos partidos.

Pero la épica toco techo ante el City. Tras perder en el Etihad 4-3 en otro partidazo de toma y daca, los de Guardiola ganaban 0-1 en el Bernabéu a dos minutos del final. Parecía sentenciado (5-3), pero volvió la magia para que Rodrygo empatara la eliminatorio con dos goles consecutivos en el tiempo de descuento y Benzema, de nuevo, cerrase el pase con otro gol en la prórroga para finiquitar el duelo con un 6-3 global. Lo del año pasado es continuidad de lo que viene desde atrás como la remontada en la final ante el At. Madrid, con el gol de Ramos en la última jugada del partido para ganar en la prórroga 4-1. Remontadas que vienen del siglo pasado con la más épica ante el Derby County en la 75-76 en los octavos de final, cuando remontó el 4-1 de la ida para ganar 5-1 en la vuelta.