Militao se ‘autodescarta’ ante el Bayern

Ancelotti tenía depositadas muchas esperanzas de recuperar al brasileño para la recta final de la Champions, pero no está preparado

Ante el Cádiz demostró que sigue por debajo de su nivel, atenazado mentalmente después de casi ocho meses de baja por lesión

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Real Madrid - Athletic Club: La vuelta de Militao

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Eder Militao reapareció hace más de un mes dejando atrás esa grave lesión de rodilla que le ha tenido alejado de los terrenos de juego. Desde entonces, ha participado en seis de los ocho partidos de su equipo, y fue titular en los dos últimos de Liga, ante la Real Sociedad y el Cádiz. Acumula 258 minutos, que pueden parecer pocos pero que superan los 222 que Ancelotti ha dado Ancelotti a Arda Güler desde que regresó a principios de enero dejando atrás, también, varias lesiones.

Militao ya se entrena en solitadio

Militao está lejos de su mejor nivel / Efe

Suma minutos

Ancelotti tenía depositadas muchas esperanzas de recuperar al brasileño para la recta final de la Champions. De hecho, se sentó en el banquillo en la ida de la eliminatoria ante el Manchester City y jugó los 10 minutos finales de la prórroga del partido de vuelta. En Múnich no jugó pese a que cumplió unos días antes en Anoeta. Ancelotti volvió a ponerlo desde el inicio ante el Cádiz, en una prueba que el brasileño no superó.

Un partido en el que Militao se autodescartó para el importante compromiso de este miércoles contra el Bayern. Un encuentro grande en el que hay que estar al cien por cien y el brasileño dejó claro ante los gaditanos que no está preparado. Físicamente, se le vio bien, pero mentalmente sigue atenazado después de tanto tiempo lesionado. Ese temor para volver a recaer impide que sea él mismo, y limita su rendimiento.

Militao, durante un entrenamiento

Militao, durante un entrenamiento / EFE

Sin confianza

Militao cometió dos errores graves como último jugador defensivo del equipo. Dos pérdidas que pudieron costarle caras al Madrid. La primera, la salvó milagrosamente Nacho cruzándose en el último momento para negarle la ocasión a Sobrino, que se plantó solo ante Courtois. Y en la segunda, fue el belga el que tapó con su enorme envergadura el disparo de Chis Ramos, que le había robado la cartera al brasileño.

Dos acciones que descubren las limitaciones del central brasileño en un partido en el que cualquier error pasa factura al equipo. Su recuperación va por buen camino. Físicamente, empieza a tener el tono exigido de la alta competición, pero debe superar esas limitaciones mentales inevitables y fortalecer la confianza en sus propias fuerzas para responder al buen nivel que demostró antes de caer lesionado.