Las malas decisiones de Ancelotti amenazan con una mini crisis

El italiano es consciente de que la cueste de enero y febrero pasan factura a un equipo que apuesta siempre por lo mismo y quema sus reservas

El peor síntoma es que de ser un equipo impermeable en defensa, encajó 0,73 goles en 26 partidos, sube a los 2,5 en sus últimos cuatro compromisos

Acelotti da instrucciones desde la banda

Acelotti da instrucciones desde la banda / Efe

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Carlo Ancelotti es un entrenador experimentado que tiene calculado al milímetro cada detalle. Uno de ellos es saber que la cuesta de enero pesa y que si se estira a febrero las opciones de ganar títulos se reducen. El año pasado se descolgó de la Liga en estas fechas y el antepasado lo pasó mal, pero acabó levantando el vuelo ganando Liga y la Champions. Los síntomas ahora son similares a ambos años, todo va a depender de sus decisiones y no acabar como el año pasado, que justificó ganando la Copa del Rey.

Tras un buen comienzo de año, con cinco victorias consecutivas que alargaban a nueve sumadas las del final de 2023, el Atlético cortó la racha eliminándolo de la Copa. Sin embargo, los blancos no bajaron su nivel futbolístico hasta el partido ante el Almería, que abre la puerta a las dudas. El problema lo precipita el propio Ancelotti, que ha vuelto a esa teoría de quemar la vitalidad de los que más aportan en lugar de dosificarlos. Y eso, quiera que no, repercute en el rendimiento futbolístico del equipo.

DE SER UN MURO A UN COLADERO

La apuesta de Ancelotti es aleccionar a sus jugadores para que se esfuercen sin balón, se comprometan en defensa con el equipo e intentar dejar la portería a cero. Sin encajar goles, y con el potencial que tiene en ataque tiene más opciones de ganar los partidos. Así lo hizo en los primeros 25 encuentros, en los que dejó la portería a cero en 12. Sin embargo, ha entrado en una dinámica negativa y de ser un muro el Madrid empieza a ser un coladero.

El cansancio puede estar empezando a pasar factura. El equipo madridista ha pasado de encajar 0,73 goles por partido (19 tantos en 26 encuentros), a 2,5 (10 goles en 4 partidos). Es un síntoma de que a este Real Madrid le empieza a falta frescura, que está cansado y eso rebaja sus defensas. Lo peor es que ha encajado los goles poniendo a la mejor zaga que cree tener, aunque no recibir goles es problema de todo el equipo, empezando por un Vinicius, que sin balón está demostrando poco o ningún compromiso