La 'magia' del Bernabéu en la Champion League funciona a golpe de silbato

La trayectoria del Real Madrid recuerda a la de su último título, en 2018, en la que hubo escándalos arbitrales ante el PSG, el Bayern y la Juventus

Atlético, Manchester United, la propia Juventus, la Fiorentina o el Eintracht también han sufrido el 'factor jugador número 12' a lo largo de la historia del torneo

Gianluigi Buffon quería comerse a Michael Oliver en las semifinales de 2018

Gianluigi Buffon quería comerse a Michael Oliver en las semifinales de 2018 / AFP

Sport.es

Tras la agónica clasificación para las semifinales de la Champions League ante el Chelsea (2-3), a Carlo Ancelotti y sus pupilos se les llenaba la boca hablando de la 'magia' del Santiago Bernabéu. Lo que obviaron todos es que esa 'magia' casi siempre va acompañada de un silbato salvador. En este caso, del polaco Szymon Marciniak.

El colegiado del encuentro y su colega y compatriota Tomasz Kwiatkowski desde la sala VOR fueron decisivos para que el conjunto blanco siguiera en la competición, anulando un gol a Marco Alonso por unas presuntas manos que Marciniak se negó a revisar en el videomarcador. Un tanto que permitía a los blues dar la vuelta al marador y que hubiera acabado siendo decisivo teniendo en cuenta que Werner aún anotaría otro tanto poco después. Un 0-4 hubiera sido demoledor para los blancos, que aún se mantuvieron en el partido gracias a esa decisión del VAR.

El equipo de Ancelotti ya tuvo que recibir una ayudita en los octavos de final ante el PSG. Con la eliminatoria totalmente perdida, el holandés Danny Makkelie, hizo la vista gorda a una falta clamorosa de Karim Benzema en la presión sobre Gianluigi Donnarumma que inició la remontada madridista. El presidente del PSG, Nasser Al Khelaïfi, entró en cólera al acabar el partido, igual que el técnico del Chelsea, Thomas Tuchel, mostró su indignación el martes.

El último título tuvo el mismo protagonismo arbitral

Dos acciones en los dos primeros cruces que recuerdan al camino que el Real Madrid siguió la temporada 2017-2018 para conquistar el que, hasta la fecha, es su último título.

Aquella campaña también fue el PSG la primera víctima. El italiano Gianluca Rocchi pitó un penalti inexistente de Lo Celso sobre Kroos para que Cristiano Ronaldo igualara el tanto inicial de Rabiot. Y con 1-1 se desentendió de unas manos clamorosas de Sergio Ramos a disparo del propio Rabiot que hubiera podido situar el 1-2 en el marcador. Total, el Real Madrid acabó viajando al Parc des Princes con un 3-1 de ventaja.

En cuartos de final, el perjudicado fue el Bayern. Los alemanes levantaron en el Santiago Bernabéu el 1-2 del partido de ida, forzando la prórroga. Y en el tiempo extra el húngaro Viktor Kassai se convirtió en el factor diferencial concediendo dos goles ilegales a Cristiano Ronaldo -el primero por fuera de juego escandaloso-, perdonando la expulsión a Casemiro y mostrando una segunda cartulina amarilla inexistente a Arturo Vidal.

Pero aún faltaba la guinda. En semifinales, el escándalo fue monumental. La Juventus igualó en el Bernabéu el 0-3 de la ida, pero el inglés Michael Oliver se inventó un penalti de Benatia sobre Lucas Vázquez en el minuto 93 que plantó al Real Madrid en la final. En el caso de los italianos llovía sobre mojado, porque en el partido de ida, el turco Cüneyt Çakir se comió un penalti de Dani Carvajal sobre Cuadrado.

El portero del conjunto bianconero Buffon y el central Chiellini clamaron contra el arbitraje, igual que lo había hecho el entonces director ejecutivo del Bayern, Karl Heinze Rummenigge. El Real Madrid acabó levantando la 'Orejona' en Kiev, ante el Liverpool, en una aciaga noche del portero red, Loris Karius.

El jugador número 12

La campaña 2017-2018 es la más reciente de ese idilio que el Real Madrid mantiene con los árbitros desde tiempos inmemoriales. Y la lista de actuaciones decisivas del jugador número 12 es extensa, empezando por las dos finales que los blancos ganaron al Atlético.

En 2016, en Milan, el inglés Mark Clattenburg concedió el 1-0 pese a la clara posición de fuera de juego de Sergio Ramos y se tragó unas manos del propio Ramos dentro del área a disparo de Griezmann. Los blancos se impusieron en la tanda de penalties. Dos años antes, en 2014, en Lisboa, el Real Madrid forzó la prórroga en el 93' gracias a un gol de Sergio Ramos en el que el neerlandés Bjorn Kuipers pasó por alto una falta previa de Bale sobre Juanfran. La prórroga acabó con goleada madridista (4-1).

La temporada 1999-2000, el empujoncito arbitral llegó en los octavos de final contra el Manchester United. En la ida, el francés Gilles Veissiere anuló un gol legal a Yorke que hubiera dado la victoria a los red devils (0-0). En la vuelta, el italiano Pierluigi Collina no quiso ver unas manos de Karanka dentro del área. El Real Madrid se clasificó con un 3-2 y acabó conquistando el título en París ante el Valencia (4-0).

Dos años antes, el conjunto madridista logró su primera Champions League en color en Amsterdam ante la Juventus gracias a un solitario gol en fuera de juego de Mijatovic.

Pero la histórica buena relación entre el Real Madrid y los árbitros empezó en los albores de la máxima competición europea, en 1957, con la Fiorentina como primer damnificado. El neerlandés Leonard Horn desatascó la final disputada en el Santiago Bernabéu señalando como penalti una falta de Magnini sobre Mateos cometida claramente fuera del área, una práctica que años después repetiría Emilio Carlos Guruceta en el Camp Nou, también con el Real Madrid como protagonista.

Y en 1960, en la final ante el Eintracht disputada en Glasgow, el escocés Jack Mowat aún fue más allá señalando una pena máxima por una falta absolutamente inexistente sobre Paco Gento. Y estas solo son algunas pinceladas de cómo se ha escrito la historia del Real Madrid en la máxima competición europea.