Del efecto Zidane al defecto Zidane

Cuando el Madrid despidió a Lopetegui, la grada blanca empezó a sonreír. Cuando Florentino echó a Solari, los merengues empezaron a ser felices. Cuando Zidane regresó para cambiar la imagen del conjunto, la gente empezó a estar eufórica. Pero no. Las cosas no han cambiado y ya es una realidad. Su vuelta no ha servido de nada y esto le hace estallar. La afición empieza a cuestionarle: ¿Entrenador o alineador? Porque ni juego, ni plan, ni estilo... solo bandazos.

Zidane no está planteando nada. Cada partido pone a un equipo y mezcla jugadores sin mantener lo que funciona. Por decirlo de otra manera, esta temporada no le importa, solo es una prueba para catar a los jugadores y decidir con los que se queda para la próxima campaña. Ahora es incapaz de poner freno a la guerra individual que hace cada jugador, que no juegan en equipo.

El francés no ha cambiado la situación del equipo. Los que estaban mal siguen mal. Los que tenían ego siguen teniendo ego. Está dilapidando el prestigio que se ganó en solo ocho partidos, es incapaz de meter en cintura a los jugadores. Por esta razón, el cabreo del partido contra el Rayo es sinónimo que quiere que acabe la temporada cuanto antes.

EN LA MISMA LÍNEA

¿Está mejor el Madrid con Zidane? ¿Ha cambiado algo tras la marcha de los dos anteriores entrenadores? La respuesta es no. Su problema es el mismo que tuvieron Lopetegui y Solari. Ambos tuvieron una plantilla inestable, que no jugaban en equipo y que cuestionaban las órdenes de los técnicos. Al francés le pasa lo mismo, y la falta de actitud de los jugadores también le alcanza.

Queda claro que está avergonzado y muy dolido por lo que está pasando. Cuando le hacen la pregunta: "¿Arrepentido de haber vuelto?" El técnico dice que no, pero reconoce que "son momentos críticos". Unos momentos que, en realidad, el Madrid ya vivió en antaño, pero las últimas Champions conseguidas taparon sus vergüenzas.

"No puedo defenderlos, no han hecho nada del minuto 1 al final". Esta es la frase clave de la rueda de prensa que hizo tras la derrota contra los vecinos. Una expresión que podría ser utilizada para definir toda la temporada blanca. "Hay que pedir perdón, no podemos jugar así. En actitud, en nada, no nos hemos entregado en nada, en correr, en el juego... en nada". Y es así. Nada es lo que ha hecho el conjunto merengue, que ha sido borrado de todas las competiciones.

FIN DE CICLO

Visto lo visto, la reacción de Zidane es normal. Vivió en primera persona el mayor bochorno como entrenador del Real Madrid. También hay que destacar que no es su primer ridículo, pues en las últimas jornadas tampoco le ha funcionado el equipo.

Los jugadores no han estado en esta temporada. Zidane lo sabe y la limpia puede ser más profunda de lo que podía esperarse. Una confirmación del fin de ciclo de un equipo en caída libre.

El Madrid tiene una misión imposible. Si el francés está cambiando constantemente de alineación es por intentar que los jugadores vuelvan a subir de precio, pero el problema está al intentar revalorizarlos, que jugando así solo se están devaluando más. Bale, Vallejo, Llorente, Ceballos, Mariano y Marcelo. Son estos los seis jugadores que no van a seguir y que no darán el dinero esperado.