Un heroico Ortega regala media Premier League al City

Un auténtico ejercicio de resistencia tuvo que superar el Manchester City para sacar adelante su partido más definitivo contra el Tottenham por el campeonato liguero (0-2). El equipo ciudadano agarra media asa de un trofeo que empieza a teñirse de color celeste, que depende de sí mismo para asegurar su cuarta Premier League de manera consecutiva.

Eran conscientes ambos equipos de cuántas cosas se disputaba esta noche en el Tottenham Stadium. Los locales se jugaban seguir con opciones de entrar en la próxima edición de la Champions League, mientras que los ciudadanos se jugaban la Premier League en un partido a vida o muerte. La combinación de todos estos factores brindaron un partido extremadamente abierto que pendía de un hilo donde el primero que acertara a meter un último pase se llevaría el botín final.

El Tottenham arrancó como siempre lo hace, liderando una presión asfixiante que no atemorizó a un City con mucha personalidad desde el principio. Después de unos primeros minutos de tanteo, un error absurdo de Højbjerg que remató Foden acabó siendo bloqueado por un enorme Vicario, que se empezaba a hacer gigante en el partido.

No conseguía Guardiola encontrar respuesta al bloque sólido que proponía el Tottenham en campo propio, aunque no por eso el Manchester City dejó de disponer de las mejores ocasiones. Dragusin sacó de manera casi imposible el primer tanto de Bernardo Silva bajo palos antes de llegar al descanso con un Guardiola que se impacientaba en banda.

Haaland derriba el muro

Después del entretiempo, Vicario se volvió a hacer fuerte para sacarle el primer tanto a Kevin De Bruyne. Sin embargo, el belga se tomaría su venganza unos minutos después. Un contragolpe dirigido por Foden acabó con el belga en línea de fondo, que metió un pase de primeras magistral para que Haaland abriera, finalmente, el marcador (0-1).

El City se propuso cerrar el partido con tranquilidad, aunque una aparatosa lesión de Ederson por un choque con el Cuti Romero obligó al brasileño a salir del partido. Entraba Ortega, que acabó siendo el héroe inesperado del equipo ciudadano. Detuvo primero un tanto cantado de Kulusevski, aunque no se quedó ahí. Un error garrafal de Akanji dejó a Son solo delante del portero, aunque el alemán detuvo un mano a mano con tintes históricos para sostener a su equipo.

Lo aprovechó el City, que se despertó del letargo con un Doku que provocó un penalti en los instantes finales del encuentro. Haaland, quién sino, remató la faena para cerrar un partido que se complicaba por momentos (0-2). Las llaves de la Premier League son suyas.