Bellingham, de estar entre algodones a hundir al Barça en el Clásico

Jude Bellingham estuvo entre algodones durante la semana hasta que Carlo Ancelotti confirmó que sería titular en el Clásico. El centrocampista inglés, pese a unas pequeñas molestias, no se quería perder su primer duelo oficial ante el FC Barcelona. Un duelo que paraliza el mundo (futbolístico) y en el que todos los futbolistas quieren estar.

El 1x1 del Barça contra el Real Madrid

Situado por detrás de la pareja de brasileños, Vinicius y Rodrygo, no estuvo nada cómodo en el primer tiempo. Gavi lo sometió a una presión asfixiante que no le permitió jugar fácil ni encontrar espacios en la posición del campo en la que jugó y que tan bien se mueve, en los últimos tres cuartos de campo.

Estaba tan desesperado que incluso bajó a recibir al centro del campo y casi en la posición de los centrales para poder zafarse del joven centrocampista azulgrana, que apenas lo dejaba respirar y girarse.

Pese a la incomodidad, sí que es cierto que Bellingham fue de los pocos jugadores del Madrid que en el primer tiempo intentó cambiar el guion del partido, dominado en su mayoría de tiempo por el conjunto entrenado por Xavi Hernández.

Resurrección

Todo cambió en el segundo tiempo. El Barça estuvo mucho peor que en el primer tiempo y dejó crecer a un Real Madrid que si le das la mano te coge el brazo. Y más a un jugador que está de dulce como Bellingham, que en estos momentos todo lo que remata va a dentro.

El jugador madridista ha marcado 13 goles en 13 partidos oficiales esta temporada y también ha repartido tres asistencias. El conjunto blanco no estaría en una posición tan privilegiada sin sus goles, que han sostenido a los de Ancelotti en muchos partidos.

Además, es el primer jugador en la historia del Real Madrid que marca en su debut en la Liga, la Champions y en un Clásico.

El inglés parece tocado por una varita mágica. Empató el partido con un trallazo desde casi 35 metros que superó a un Ter Stegen que quizá la hubiera podido sacar si no hubiera intentado pararla a mano cambiada. Celebró el gol señalándose el escudo del Real Madrid, como queriendo mandar un mensaje de "aquí estoy yo" a una grada que se quedó helada con su latigazo.

Pero lo peor para el Barça todavía estaba por llegar. En unos minutos finales donde los de Xavi buscaron el segundo gol, el infortunio se cebó con los azulgrana y la diosa fortuna acompañó a Bellingham como ha hecho en muchos partidos de esta temporada para firmar su doblete y la derrota del Barça en el Clásico.

Modric intentó controlar un centro de Carvajal desde la derecha pero el balón hizo un extraño que despistó a Iñigo Martínez y Bellingham, libre de marca, batió a Ter Stegen ya en el tiempo de descuento. Fue un auténtico mazazo para los azulgrana, que habían sido superiores en el primer tiempo y que estrelló dos balones al palo.

Pero el Real Madrid ya se sabe que no necesita demasiado para hacer daño. Y más si en su equipo tienen a un Bellingham en un estado de gracia espectacular. El inglés, que empezo sufriendo en el Clásico, acabó disfrutando y de protagonista.