Bale, la eterna promesa de cristal

Las lesiones de Bale han lastrado su rendimiento desde su llegada hace 5 años

Las lesiones de Bale han lastrado su rendimiento desde su llegada hace 5 años / AFP

Nil Congost

Gareth Bale llegó a Madrid como uno de los mayores logros de Florentino Pérez. El club abonó una cantidad que acabó ascendiendo hasta los 99 millones de euros. En aquel entonces, el apodado ‘Expreso de Gales’, por su velocidad y voracidad con la que superaba a sus rivales y encrustaba la pelota al fondo de la red, consiguió maravillar a toda Europa. Muchos fueron los que pugnaron con Florentino para hacerse con sus servicios.

Después de 5 años en el Real Madrid, a la locomotora se le ha averiado más veces el motor que un tren de Cercanías. En total, se ha perdido 103 partidos desde su llegada, un 64% del total de encuentros disputados. Se ha pasado 77 partidos en la enfermería, y otros 30 en el banquillo. A esto se le suman 7 suplencias por decisión técnica, 15 partidos por descanso, 2 por sanción y otros 2 por enfermedad.

Bale, tan fino en su galope como frágil en su caída, no ha conseguido la continuidad necesaria para demostrar su calidad. Este año, Lopetegui está esmerándose mucho en no forzar la máquina. Solo ha disputado los 90 minutos en una ocasión, siendo substituído o entrando desde el banquillo en el resto. Aún así, ya se ha perdido un partido por molestias en los aductores, y ha tenido que abandonar el campo en otras dos ocasiones por lo mismo.

Con la marcha de Cristiano Ronaldo, los aficionados blancos instaron al galés a dar un paso al frente para convertirse en el nuevo líder madridista. Hasta ahora, lleva anotados 3 goles en Liga y 1 en Champions. Unos números que, desgraciadamente para el entorno madridista, le convierten en el segundo máximo goleador del equipo, con tan solo un gol menos que Benzema en Liga.