Bale, el nuevo Cristiano

Alejandro Alcázar

Gareth Bale empieza a ser feliz en el Real Madrid. La salida de Cristiano Ronaldo le ha liberado definitivamente del yugo de un compañero egoísta que le impedía salir del purgatorio. Deambulaba por los partidos a la sombra del portugués y sus chispazos eran a costa de genialidades individualidades ante la falta de riego que recibía del equipo. Ahora todo es diferente. Se siente pletórico y va agrandándose partido a partido.

El galés se está convirtiendo en el referente ofensivo del equipo. El jugador que finaliza o asiste a sus compañeros. Que participa en el juego, distribuyendo o rompiendo con su velocidad y pegada las defensas rivales. Y lo hace compartiendo galones con Karim Benzema, que vivía para agrandar los números de Cristiano Ronaldo, lo que debilitaba su conexión con el galés. Ahora el francés también luce.

HA MARCADO UN GOL CADA 101 MINUTOS

Bale marca diferencias, golea, asiste y participa en los aciertos de su equipo ante las porterías rivales. Ha participado directamente en diez goles en sus últimos siete partidos con el Real Madrid si se empalma con la temporada pasada, aunque solo en este inicio queda una asistencia en la Supercopa de Europa, y dos goles, uno al Getafe y otro al Girona además de asistir a Benzema en el 1-4. En pretemporada marcó un gol a la Juventus, otro a la Roma y también al Milan. En total lleva cinco tantos en 505 minutos, uno cada 101’.

Bale ya impone su potencia y el equipo le busca a diferencia de cuando estaba Cristiano Ronaldo. Se empieza a sentir líder, importante para el grupo. La conexión anímica con sus compañeros va a más. Un equipo que empieza a sentirle como no había ocurrido en sus cinco temporadas anteriores. No le iba el papel de secundario, se le veía deprimido chupando rueda de Cristiano.