El intercambio 'erróneo' de Pep Guardiola

Manchester City y Chelsea viven realidades muy distintas. Mientras unos están inmersos en la conquista del triplete - están terceros en la Premier y a un punto del Arsenal, en los cuartos de la Champions y en las semifinales de la FA Cup - a los otros solo les queda la bala de la copa para poder 'salvar' la temporada.

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Y, precisamente, en el conjunto que dirige Mauricio Pochettino, hay varios futbolistas cuyo nivel en este curso está siendo para olvidar. Moisés Caicedo o Roméo Lavia no están ofreciendo un rendimiento equiparado a los 116 y 62 millones de euros que costó cada uno. Las lesiones le están amargando el año a Christopher Nkunku, flamante fichaje procedente del RB Leipzig para apuntalar el ataque. Y Raheem Sterling sigue sin adaptarse, y su sequía goleadora evidencia su deficiente estado de forma.

Sin embargo, hay un jugador que brilla entre la oscuridad del centro de Londres. Y, curiosamente, hasta la temporada pasada militaba en las filas del vigente campeón de la Premier.

¿MEJOR QUE MATEO KOVACIC?

Se hacía viral en las redes una publicación de una cuenta que analiza e informa sobre la actualidad del Manchester City que comparaba el 'trueque' entre dos futbolistas: Mateo Kovacic y Cole Palmer. Uno dejaba Londres para marcharse a Manchester, y viceversa. Y creían que el conjunto de Pep Guardiola salía ganando con la incorporación del croata. ¿O no?

Claro está que son dos futbolistas de perfiles bien distintos. El inglés suele ocupar posiciones más avanzadas que el croata en la parte ancha del campo, ya sea de mediapunta o de extremo derecho, y Kovacic es un mediocentro puro. Pero las estadísticas sitúan a uno por encima del otro.

Cole Palmer suma dieciseis goles y doce asistencias en 37 partidos con la camiseta 'blue'. Por contra, Mateo Kovacic apenas lleva dos dianas y una asistencia en 33 partidos esta temporada.

NECESIDADES DISTINTAS

Pep Guardiola dispone de una plantilla completísima y repleta de talento. Pero necesitaba reforzar ciertas posiciones en el campo. Y, para la poca fortuna de Cole Palmer, ya había demasiados futbolistas de su mismo perfil en el equipo, como Bernardo Silva, Kevin De Bruyne, Phil Foden e incluso Julián Álvarez.

Por ello, llegaron Matheus Nunes y Mateo Kovacic. Dos mediocentros para acompañar a la figura de Rodri (y de John Stones) en el pivote. Aunque, por sus características, no han terminado de encajar del todo en el esquema del de Santpedor. Ambos explotan más sus cualidades cuando tienen espacio, realizando conducciones largas para superar líneas.

Cole Palmer pidió salir una vez empezada la Premier, porque sabía que los minutos estaban muy caros, y que tendría muchas dificultades para tener regularidad en un equipo repleto de talento. Y Pep Guardiola lo dejó marchar.

Aunque es posible que, visto su altísimo rendimiento en un irregular e impredecible Chelsea, no sonaría extraño que se arrepintiera.