Opinión | Tuercebotas

Vitor Roque, Raphinha, Vinicius, Rodrygo

Las decisiones del Barça en el mercado brasileño los últimos años han sido poco afortunadas

Xavi: "Vitor Roque necesita confianza y jugar. Decidiremos a final de temporada"

Xavi no ha descartado una cesión de Vitor Roque para la próxima temporada / EFE

Datos: los últimos diez fichajes de jugadores brasileños que ha llevado a cabo el Barça han sido, del más reciente al más antiguo: Vitor Roque, Raphinha, Neto, Matheus Fernandes, Arthur Melo, Emerson Royal, Malcom, Paulinho, Marlon y Coutinho, de enero del 2024 a enero del 2018. Los últimos diez jugadores brasileños que ha fichado el Real Madrid son Endrick (que aún no ha debutado), Militao, Rodrygo, Vinicius, Danilo, Lucas Silva, Casemiro, Kaká y Emerson (de este año al 2006). La lista no incluye a mitos de ambos clubs como Ronaldinho, Neymar, Rivaldo, Romario, Ronaldo, Roberto Carlos o Marcelo, ni a fiascos como Keirrison, Douglas, Henrique, Robinho o Reinier. El Barça ficha más que el Madrid en Brasil, y no se explica su historia moderna sin los cracks brasileños, pero últimamente es indiscutible que el Madrid ficha mucho mejor en el país suramericano. 

No es difícil, porque el Barça lleva tiempo fichando muy mal allí, a la lista de los últimos diez fichajes me remito. Es una sensación extraña que partido tras partido el mejor jugador brasileño sobre el campo juegue con el equipo contrario. No es un sentimiento agradable para una afirmación acostumbrada al mejor Neymar, y a los goles y la magia de Ronaldinho, Ronaldo, Romario y Rivaldo. De Raphinha, por seguir con las R, lo mejor que crítica y público suele decir de sus partidos es que nunca desfallece, que siempre lo intenta. Muy poco para un crack brasileño. 

Mal inicio

Vitor Roque, el último fichaje, se encuentra en el ojo del huracán. Muy joven (19 años) y muy caro, dada la salud económica del club (61 millones en su versión más cara, según objetivos) apenas ha contado para Xavi desde que el club lo incorporó en el mercado de invierno. A ratos, ha marcado dos goles y ha enseñado algunas de sus características: es un jugador que va bien a los espacios, que sufre fuera del área y al que le cuesta asociarse (esos primeros controles...). El relato en el imaginario culé es que venía a competir el puesto de delantero centro con Lewandowski, pero lo cierto es que juegan a cosas diferentes: el polaco recibe de espaldas, descarga a las bandas, abandona el área para generar espacios a los jugadores de segunda línea y regresa para cazar el pase atrás. Vitor Roque no tiene cuerpo ni habilidades para jugar a eso, de ahí que Xavi lo haya usado más de segundo punta en su sistema, que viene a ser un extremo con movimientos hacia dentro (donde también ha colocado a Joao Felix). Y ahí, la versión de Tigrinho que hemos visto no es que no arañe, es que ni ronronea. 

Al chaval le arrecian las críticas y los mentideros van llenos de los equipos a los que el Barça lo ofrece. No cuesta imaginar cómo se siente, lo que le ronda por la cabeza en un país, una ciudad y un equipo nuevos donde su fútbol no encuentra la forma de florecer. En apenas unos meses, ha pasado de esperanza a cromo rasgado. El Barça es especialmente cruel en un mundo como el del fútbol, que no sabe de sentimientos. 

No es responsable

Está por ver si el chico rompe a crack y sirve para jugar en el Barça, que no tienen por qué suceder las dos cosas al mismo tiempo. Pero Vitor Roque no es responsable ni de su precio ni de su fichaje. Dudo mucho de que los vídeos que vio la secretaría técnica y los informes de los ojeadores en Brasil describieran a un jugador fino en lo asociativo, pulcro en los controles y hábil en los regates. A Vitor Roque se le está poniendo cara de jugador al que se le ficha por unas virtudes que después en el Barça necesitan ser reeducadas. Ejemplos en la historia reciente hay muchos, y es difícil de entender: ¿Para qué fichas, por decir salgo, a un centrocampista experto en conducciones cuando lo que quieres es juego de posición a uno o dos toques? 

Por desgracia, también hay muchos ejemplos de jugadores brasileños pagados a buen precio que han resultado un fiasco deportivo. Demasiados, últimamente, que comparados con el acierto del Madrid (Rodrygo y Vinicus) son especialmente sangrantes. De eso no tiene la culpa Vitor Roque, como no la tuvieron en su momento Arthur Melo, Emerson Royal, Malcom, o Marlon, sino quien los fichó. De brasileño a brasileño, la historia del club y la situación en la que se encuentra hoy también se puede explicar en el trecho que va de Ronaldinho a Matheus Fernandes.  

Los males del Barça obedecen a una pésima gestión desde hace años. Y por eso, hoy, a la espera de que Vitor Roque remonte, los mejores jugadores brasileños siempre juegan en el otro equipo.