Las pistas de Piqué sobre el mercado de invierno

Laporta, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper

Laporta, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper / FCB

Marc Menchén

Marc Menchén

Gerard Piqué disputó ayer su último partido en el Camp Nou. Se retira. Y no lo hace por una lesión que daría toda la lógica a realizar este anuncio cuando sólo ha transcurrido un cuarto de la temporada 2022-2023. Pero hay otra razón que da todo el sentido del mundo al momento escogido.

La introducción del Mundial de Qatar en invierno ha destrozado el normal funcionamiento del curso deportivo tradicional, provocando que el mercado estival de fichajes no moviera todo lo que podría haber movilizado una vez que los ingresos ya no están tan afectados por la pandemia. Dicho de otro modo, muchos clubes se movieron sabiendo que el mercado de invierno puede tener el mismo valor que el que históricamente ha tenido agosto.

¿La razón? Ya no se buscarán sólo soluciones para cambiar rápidamente rumbos adversos, sino que muchos ya concibieron que en esa ventana podrían concretarse muchas operaciones consideradas como parte de la planificación corriente de 2022-2023. Unos, porque confían en que algunos de sus futbolistas pueden revalorizarse en el campeonato de selecciones y obtener las plusvalías que necesitan para cuadrar las cuentas; además, con mayor conocimiento de causa de sus necesidades. Sin ir más lejos, Atleti y Barça ya saben que necesitarán vender más de lo presupuestado para compensar las prontas eliminaciones.

Por el contrario, otros sabrán si realmente disponen más dinero del que esperaban tener, una vez que ya está más despejado el horizonte sobre cuánto realmente se podrá generar por líneas de negocio directas como son las cuotas de abonados, la taquilla general o la venta de merchandising. Es decir, que quien actuó más cautamente ante el riesgo posible de un nuevo episodio de contagios u otro factor problemático, ahora sí estará en disposición de moverse en el mercado.

Nos deja a pie cambiado”, admitía Fernando Roig, presidente del Villarreal CF, sobre la marcha de Unai Emery al Aston Villa en pleno curso. Pleno curso para quien no tenía intención de participar de este mercado estival -lo será literalmente en parte de Latinoamérica-, pero un volver a empezar para muchos otros. Y es que en enero quedarán dos tercios de la temporada por desarrollar.

Y que todo esto suceda es especialmente importante porque el fútbol español apalancó la rentabilidad de los últimos años en la compraventa de jugadores. Y, tras cerrar el ciclo 2019-2022 con unas pérdidas agregadas de casi 1.000 millones de euros (el 60% son del Barça), un primer ejercicio de nuevo en positivo sería una buena noticia.

EL GRAN DESEMBARCO DE LEGENDS

Muy discretamente, Legends está sentando las bases para convertirse en un actor muy relevante del fútbol español en los próximos años. Gigante ya consolidado en Estados Unidos -no deja de ser una creación de los Dallas Cowboys y los New York Yankess-, la compañía ha entrado con fuerza en el país a través del Real Madrid. Primero fue quedándose la gestión, que no propiedad, del negocio de merchandising (la BLM blanca) y después llegó el pago de hasta 360 millones de euros a cambio del 30% del beneficio que dé la explotación del Santiago Bernabéu durante los próximos veinte años.

El proyecto es de envergadura y se le suman consultorías por ahora menores, como la del plan de negocio del Espai Barça -no sería de extrañar que después copien el modelo de Florentino- o la del futuro Ramón Sánchez-Pizjuán del Sevilla FC. Suficiente como para plantearse tener una estructura que no es pequeña. Con vistas a las oportunidades del Mundial de 2030, Legends ha montado un equipo de nada menos que 80 personas, al frente de las cuales hay un veterano de la industria del deporte en España: Chus Bueno, exvicepresidente de la NBA en Europa, Oriente Medio y norte de África.