#EquipoELA

La dimensión del ‘més que un club’ no la otorga la tipografía ni el tamaño de cada una de las letras. Tampoco la grandielocuencia en los escenarios ni la utilización del concepto para el crecimiento personal. Los y las que vivieron el fútbol en blanco y negro saben de lo que hablo. Y los y las que han heredado este especial sentimiento de pertenencia, también.

Son los mismos y las mismas que llenan el Camp Nou en un partido del Femení, los hombres y mujeres que imprimen el nombre de una jugadora en la camiseta blaugrana y con ello van más allá del fútbol, los y las que dan forma a proyectos humanitarios, a la ayuda a refugiados, a la lucha contra la homofobia, el racismo y por la igualdad y a quienes empatizan con causas sociales olvidadas e ignoradas. Esos ‘valors’ de los que se mofan más allá del barcelonismo y que cuesta mucho que traspasen la barrera de la incomodidad que esos mismos valores suponen. Ese relato que se escapa de los resultados, de los títulos y de los focos. Ese guión que tanto cuesta mantener cuando pintan bastos, sí, pero que es el poso y el fundamento de base de lo que es el Fútbol Club Barcelona. Al que no se agarran y sí se reconocen en el ‘més’ del ‘més que un club’ que renueva el orgullo, incluso en los peores momentos y por encima de nombres y apellidos. 

Hay días en los que los mil ciento cuarenta y dos caracteres anteriores cobran mucho sentido. Hoy es uno de ellos porque uno de los nuestros tiene un problema que ha reconvertido casi en ilusión y vamos a estar a su lado. Iremos al Camp Nou a ver un espectáculo en el que van a participar unos cuantos de los mejores futbolistas y entrenadores del mundo y va a servir para dar visibilidad no sólo a una sino muchas enfermedades que precisan minutos en los medios y cientos de años de investigación. Y ello se traduce en dinero, claro. Porque no es gratis tener a un montón de profesionales dedicados día y noche (y mal pagados, a día de hoy) a luchar contra el tiempo y a darnos la posibilidad egoista, pero legítima, para ganarlo y estar con los que queremos. Hoy no les veremos en la grada, ni en el campo, ni en el palco, ni en los medios de comunicación. Estarán encerrados y encerradas entre cuatro paredes para evitarnos dolores físicos y emocionales. Esta noche van a tener a un gran portavoz que ha sido capaz de emitir un mensaje tan bello como equilbrado: el que camina entre la positividad, la necesidad y la realidad. 

Unzué va a ser esta noche arte y parte del Equipo ELA. Ha fichado a grandes nombres y a miles de anónimos y anónimas que van a sumar económica y sentimentalmente en un partido en el que el resultado va a ser lo de menos y la visibilidad, lo de más. Juan Carlos, ojalá puedas irte a casa confirmando que el fútbol ha vuelto a estar a la altura. En el fondo somos buena gente, ya tú sabes. No te fallaremos.