La clase media del Barça, bajo lupa

Frenkie ha dado un salto tras la llegada de Xavi

Frenkie ha dado un salto tras la llegada de Xavi / AFP

Gerard López

Gerard López

Xavi Hernández ya apuntó en Pamplona que los niños no pueden ser el ‘pal de paller’ en el actual Barça. Y es que hay jugadores que empiezan a estar señalados. Sabemos que la plantilla está descompensada y que no hay dinero en las arcas para cambiarle la cara al equipo como si de un calcetín se tratara, pero sí podemos señalar a quienes están bajo lupa por ofrecer un rendimiento que no está de acorde a su caché ni a su salario ni a su ilusión. La gran noticia de la temporada es el asentamiento de un grupo de jóvenes sobre los que se construye el Barça de futuro.

Los Araujo, Nico, Gavi, Pedri y Ansu son el epicentro del proyecto. Estos deben estar arropados por las vacas sagradas, a los que siempre se señala por ser el dardo fácil, por aparecer en la foto de los últimos años. Sin embargo, para mí su rendimiento todavía es positivo para el funcionamiento del equipo. Es el caso de Piqué, Alba y Sergio Busquets. La transición debe ser natural, porque los grandes estandartes del Barcelona en los últimos años merecen un respeto máximo y el compromiso de ellos es innegable. 

El quid de la cuestión está en la clase media, los soldados: fichajes a precios elevados y en una edad madura para llevar el peso del equipo. En los grandes Barça siempre hubo un buen rendimiento de esa clase media: Deco, Yaya Touré, Keita, Villa, Alves, Mascherano... Es en la actual clase media del Barça donde hay que mirar con lupa y pedirle al club que no le tiemble el pulso para ponerles en el mercado si no dan un rendimiento acorde a sus contratos y a su calidad. Pongamos nombres: Ter Stegen, que fue el mejor del mundo, no es el de años anteriores

Dest ha tenido margen de mejora sin demostrar su capacidad. Lenglet y Umtiti ya han dado el rendimiento para amortizar su contratación. Coutinho es un caso perdido, pues nunca se recuperará la mitad de la inversión y genera consenso en cuanto a su salida del club. Está también el caso de Luuk de Jong y el de Memphis, quien empezó muy bien pero no tiene el liderazgo para encabezar un proyecto de este calibre.

Hay dos nombres especialmente delicados: Dembélé, que puede salir gratis tras haberle pagado durante cinco años habiendo ofrecido un rendimiento irregular. Hoy el tema tiene mala solución. Y está el de Frenkie de Jong, jugador que encajaba como anillo al dedo en el Barcelona pero que hoy es una sombra de lo que fue. Es una lástima porque está lejos de su nivel en el Ajax y otros jugadores, más jóvenes, le superan tanto en ilusión como en capacidad física. Son, todos ellos, jugadores a los que se mira con lupa