De Miñaur acaba con el sueño de Nadal en Barcelona

El joven tenista australiano se impuso en dos mangas a un Rafa que acusó el cansancio y la falta de partidos

Bautista remonta y arrolla a Vavassori

Nadal, durante su partido

Nadal, durante su partido / LAP

Cristina Moreno

Cristina Moreno

Punto final a la progresión de Rafa Nadal en el Barcelona Open 2024. El balear, falto de ritmo de partidos, acusó el esfuerzo y no pudo superar la prueba que le planteó Alex de Miñaur. El joven australiano se impuso por 7-5, 6-1 y dejó al torneo barcelonés sin su gran estrella en un partido con sabor a despedida.

Después de un estreno tranquilo contra el italiano Flavio Cobolli, Nadal tenía ya en su segunda cita un test de altura contra un De Miñaur que está firmando un buen inicio de temporada. Tenía claro el balear que la exigencia iba a crecer y ya había afirmado en la previa que tendría que subir el nivel para seguir probándose en la arcilla de Barcelona.Y no se equivocó.

Arrancó frío Nadal, en consonancia con el día nublado que recibió a los dos jugadores en la pista central del Real Club Tenis Barcelona. Se le escaparon los dos primeros puntos del encuentro en el que empezó sirviendo y aunque llegó a igualar con el 30-30, de Miñaur no desistió y acabó arrancando el break mientras el público jaleaba al ídolo local.

Los 'Vamos Rafa' salpicaban la pista animando a Nadal cada vez que fallaba un golpe, mientras los aplausos resonaban en todos y cada uno de los puntos del balear. Pero las sensaciones no eran las mejores contra un De Miñaur más fresco y con ritmo, defendiendo cada golpe desde el fondo de la pista. El joven australiano olió sangre y se la jugó con varias dejadas que el manacorí no pudo ni quiso luchar. Aún así se impuso la veteranía y el español amarró, con esfuerzo, un largo tercer juego haciendo levantar al público de sus asisentos.

Esa iba a ser la tónica en los siguientes juegos, con De Miñaur solventando sus servicios con cierta facilidad y Rafa sufriendo algo más para sacar adelante los suyos. Hasta el sexto, en el que el español subió el nivel, respondió a una nueva bandeja en la red y dispuso de dos bolas de break. A la segunda se llevó el punto e igualó el juego.

El huracán Nadal empezó a carburar con golpes que aplaudió el propio De Miñaur. Pero de nuevo llegó el bache y el undécimo juego lo entregó en blanco el manacorí y con otro rosco consolidó la rotura y cerró el set el 'aussie' (7-5).

Aprovechó el descanso Rafa para hacer una visita a los vestuarios, de los que volvió con gesto serio y concentrado mientras desde la grada le pedían que recuperara la sonrisa. Al otro lado de la pista, el australiano, no daba muestra alguna de euforía en su rostro, ni tampoco de acusar la presión de un público volcado en Rafa, aunque su juego volvía a ser el de los compases iniciales del partido, crecido además por esa primera batalla ganada.

Y no necesitó mucho más que su velocidad y frescura para firmar un nuevo break ante un Rafa que dejó destellos de su calidad pero empezaba a acusar el cansancio y a desesperarse cuando su rival le obligaba a fallar. "No hombre", se dijo a sí mismo cuando una bola se le fue larga. Le volvió a costar definir con su servicio, cometiendo incluso una doble falta que propició una bola de break. Pero de nuevo el oficio, y un potente ataque, salvaron la situación y desataron la locura entre los aficionados.Todo eso no fue suficiente para contener a un Alex que ya no desaprovechó la siguiente bola de break para romper el servicio y encarrilar la manga. En los dos próximos juegos ya no dio opción y con un rosco y una nueva rotura evitó la victoria número 68 del balear en el polvo de ladrillo de Barcelona.

Nadal puso punto final así a su camino en el Barcelona Open, de donde salió entre una gran ovación y el aplauso de su rival. El público le devolvió, no solo el esfuerzo en el partido, sino a toda una carrera, a la de un 12 veces campeón en esta pista que lleva su nombre.