ENTREVISTA | LAIA SANZ Piloto

Laia Sanz pide un coche 'top' para el Dakar: "No me cansaré de luchar"

"Si conoces a Sainz y ves como trabaja, entiendes por qué está donde está. Su éxito tiene un mérito brutal", subraya la piloto catalana, que corre Extreme en el equipo del madrileño

"Cuando empecé en el Dakar había solo dos o tres chicas inscritas... me alegra ver que ahora no solo hay más pilotos, sino más mujeres con papeles relevantes en los equipos"

Laia Sanz ha visitado la redacción de SPORT a su regreso de Arabia

Laia Sanz ha visitado la redacción de SPORT a su regreso de Arabia / VALENTI ENRICH

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Año tras año y ya van catorce, Laia Sanz consigue brillar con luz propia en el Dakar. Tras once exitosas ediciones en moto, acaba de cerrar su tercera participación en coches con un espectacular ‘top quince’, después de defenderse de los poderosos T1+ con el buggy de dos ruedas motrices de Astara. La piloto de Corbera, de 38 años, no se conforma y espera una oportunidad para subir de nivel y poder desafiar de tú a tú a los grandes de la categoría reina.

A su regreso de Arabia, Laia ha visitado la redacción de SPORT y ha confesado sus inquietudes con vistas a seguir creciendo como piloto en las cuatro ruedas y en un rally que cada vez le gusta más.

¿Ya recuperada? ¿Cómo se le queda el cuerpo después de un Dakar tan intenso?

Estaba muy bien durante todo el Dakar, pero cuando vuelves a casa es verdad que te pega una especie de bajón, supongo que más a nivel mental, después de la tensión acumulada, de los nervios... sientes la necesidad de desconectar, de cargar pilas, pero físicamente me encuentro bien

¿Ha sido el más duro de los cinco Dakar que se han hecho en Arabia?

Sí, absolutamente. Los primeros los hice en moto y eran muy rápidos y menos variados. El año pasado ya subió un punto la dureza y esta vez han sido un par de puntos. Aunque ha sido el más duro, sin duda para mí ha sido el más bonito con diferencia. La etapa maratón en el Empty Quarter, la dureza hasta el último día de carrera... creo todo eso se echaba un poco de menos y lo han conseguido. Hay que felicitar a la organización porque ha sido un Dakar de verdad.

¿Eso le confiere más valor a su resultado final?

Sí, estoy muy satisfecha de lo que hemos hecho este año, pero siempre quieres más. Creo que los problemitas que tuvimos la segunda semana nos impidieron luchar por algo más. Estuvimos toda la carrera peleando por la segunda posición en 4x2 y al final la perdimos con Lavieille. El terminó 12º de la general y a eso podíamos haber aspirado nosotros, pero en el Dakar no vale eso “y sí...”,  porque a todos nos pasan cosas.

14 de 14 Dakar completados, es para presumir...

Pienso que tiene mucho valor. Y no solo por acabar los 14, porque depende cómo te tomes un Dakar puede ser más fácil acabarlo. Tiene más mérito cuando hemos ido a ritmo. En moto estando entre los 20 primeros muchos años y ahora en coche. Obviamente, los dos primeros años fueron de aprendizaje, pero este hemos empezado a correr más y cuando ha habido dificultades las hemos sabido solucionar, claro que algo de suerte también ha habido.

¿Diría que ha sido su mejor Dakar o sigue poniendo en un plano superior el del noveno puesto en motos de 2015?

Sin duda para mí el noveno de 2015 es algo que de momento no he superado. Creo que se puede hacer en coche, pero también necesitas las herramientas adecuadas para lograrlo. Todavía estamos en el camino y este año estoy supercontenta, el equipo ha funcionado muy bien.

¿Añora su etapa en las motos?

Echo de menos varias cosas. No echo de menos para nada asumir tantos riesgos, pero sí a los compañeros y el día a día, porque al final yo tenía una moto de rallies en casa y entrenaba todos los días, cosa que no puedo hacer en coche. También me gustaba la tranquilidad que tenía en los últimos años a nivel de contratos. Firmabas por dos o tres años y podías trabajar a gusto, sin pensar en qué haré el año que viene y en volver a empezar de cero todo el proyecto, como ocurre ahora. No me daría pereza volver a prepararme duro para correr en moto, pero es demasiado peligroso y ahora estoy en otro punto en coches.

¿Qué le pareció el invento de la maratón de 48 horas?

Ojalá repitan, aunque a nivel logístico no es nada fácil para la organización porque nos tienen a todos desperdigados, sin cobertura... si pasa cualquier cosa estamos muy lejos y es complicado sacar los vehículos de allí. Además, el Empty Quarter está muy lejos y hay que hacer muchos kilómetros de enlace para montar un par de etapas allí. Pero a nivel deportivo, creo que ha sido una idea fantástica, un poco volver a los orígenes, a estar realmente solos, sin los camiones de asistencia. A mí me gustó mucho, fue una auténtica etapa dakariana.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor este año?

Bueno, lo peor sin duda fue la muerte de Carlos Falcón, que al final es la parte mala de esta carrera, y lo mejor a nivel personal, tanto yo como mi copiloto Maurizio Gerini nos quedamos con las buenas sensaciones, con rodado en el top 10 en varias etapas, aunque no pudiésemos rematar. Sabemos que tenemos el nivel para estar allí y con eso nos quedamos.

¿Ha habido momentos de tensión en el coche?

Seguro, quien diga que no, miente. Siempre hay algún momento de nervios, por un lío de navegación o algún malentendido, pero por suerte hay muy buen rollo entre nosotros. Después de tres años nos conocemos muy bien, sabemos las manías del otro y trabajamos a gusto. Es un poco como un gran hermano y cuando te llevas bien, se nota en el resultado.

Este año había 46 mujeres inscritas, ¿cuántas eran cuando empezó Laia Sanz en el Dakar?

Yo creo que hubo años que éramos solo dos o tres chicas, pero me alegra ver que ahora no solo hay pilotos femeninas, sino mujeres con papeles más relevantes en los equipos. Cada vez hay más ingenieras, mecánicas, que antes no se veían. Y me gusta ver como vamos accediendo a puestos que antes estaban catalogados como masculinos.

¿Hacéis piña entre vosotras en los vivacs?

Estoy tan acostumbrada a convivir con hombres y a estar tantas veces en equipos siendo la única mujer, que lo llevo muy bien, para mí es algo natural. Pero sí, obviamente, hacer más piña con algunas chicas, con las que te llevas mejor.

¿Se siente pionera?  

Sí, en parte porque yo llevo ya muchos años picando piedra y cuando llegué al Dakar no había prácticamente mujeres. De alguna manera he ayudado a que las que vengan detrás lo tengan un poco más fácil y me siento orgullosa.

¿Cómo valora el triunfo de Cristina Gutiérrez en categoría Challenger?

Muy positivamente. Siempre quieres que los pilotos de casa vayan bien. El triunfo de Carlos Sainz fue brutal y el de Cristina en Challenger es bueno para las mujeres porque estamos demostrando que cuando tenemos oportunidades, podemos estar delante. También es lo que busco yo.  

Ha sido una de las ediciones más exitosas para los pilotos españoles en casi todas las categorías, menos en motos, que era donde tradicionalmente se destacaba más. ¿A qué lo atribuye?

A un cambio generacional. Hay pilotos que han sido muy grandes en esta categorí, pero ya están al final de sus carreras y hay jóvenes que apuntan muy alto, que van a un ritmo brutal. Fue una lástima que Tosha Schareina y Santolino quedasen descartados tan pronto este año, creo que hubiesen podido hacer un gran Dakar.

Hablaba antes del drama de Carlos Falcón. ¿Se enteró de su fallecimiento cuando el director del Dakar David Castera lo comunicó en el vivac?

Yo no estuve en ese briefing, pero todos sabíamos desde el minuto uno del accidente que no pintaba muy bien, porque era grave. Y obviamente era una noticia un poco esperada, por desgracia, pero no deja de afectarte. Te pones en la piel de los suyos y cuando has corrido en moto quizá te toca un poco más, porque sabes que has estado también en esa situación, asumiendo esos riesgos... es difícil, un golpe duro.

¿Qué hace falta para que le den un coche ganador, para conseguir un T1+?

Bueno, no queda otra que seguir trabajando. A veces hay cosas que son un poco incontrolables, que no dependen tanto de uno mismo aunque yo estoy haciendo todo lo que puedo. En Extreme el año pasado demostré ser la chica más rápida en la mayoría de carreras y allí todos tenemos los mismos medios, los mismos coches. Pero en el Dakar, si no tienes un coche muy top, tampoco puedes demostrar mucho. Voy dando pasitos. Si no creyera en mí ya me habría cansado, pero soy muy testaruda y seguiré luchando, incansable, a la espera de que llegue la oportunidad.

¿Cómo es su agenda a partir de ahora?

Descanso, pero poco porque a mediados de febrero ya arranca la temporada en Extreme y habrá que ponerse las pilas. El año pasado se nos escapó por muy poco el campeonato y a ver qué tal este año.

¿El apoyo de Carlos Sainz, que la incluyó en su equipo, ha sido importante para su evolución en coches y también en clave Dakar?

Tenerle cerca y que confiase en mí para Extreme me ha ayudado mucho a crecer como piloto. Seguramente mi proceso de aprendizaje se ha adelantado gracias a Carlos y a sus consejos. Soy la chica que más ha evolucionado en la categoría y siento que todavía me queda mucho por mejorar.

¿Y cómo valora el triunfo de Sainz en el Dakar?

Brutal. Si le conoces y ves como trabaja, entiendes por qué está donde está con la edad que tiene. Ha sido el Dakar con más nivel técnico y de pilotos. Carlos ha peleado con una generación joven que va fuerte y con un tal Loeb, que es nueve veces campeón del mundo, uno de los pilotos más rápidos. Y poder ganarle y poder estar ahí tiene muchísimo mérito . Y además, empezando proyectos de cero. Carlos no ha ido a un coche ganador, sino que tiene mucha parte de culpa de que esos cuatro coches hayan acabado evolucionando para ganar un Dakar.